Una charla sobre la ciencia: entrevista con el doctor Ismael Mariño
Por: Itzia Damara Rosas Torres* ¿Qué es la ciencia? ¿Todos podemos ser científicos? ¿Qué tan difícil es hacer ciencia? Son una de las muchas preguntas que surgen al tomar una decisión sobre el futuro, un futuro encaminado a hacer ciencia. La siguiente entrevista surgió con la idea de conocer la vida académica, profesional y experiencias de un científico docente de la ENES Mérida. Entrevista que nació desde una estudiante con ganas de aprender, de conocer y compartir experiencias. Para aquellos estudiantes curiosos, quienes sienten interés por comprender fenómenos científicos, de hacer ciencia, para las(os) que tienen dudas y no saben qué camino tomar. Esto es para dar una idea del trabajo que se hace en la licenciatura Ciencias de la Tierra en ENES Mérida y de una charla entre alumna-docente, fomentando el respeto, comunicación y compartiendo objetivos en común: inspirar, motivar, aprender y fomentar a hacer aquello que nos apasiona. Ismael Mariño, profesor y docente en la Escuela Nacional de Estudios Superiores Mérida en la carrera de Ciencias de la Tierra, con mayor enfoque a la orientación de ciencias acuáticas. Tiene formación en la licenciatura en Oceanología y maestría y doctorado en Plymouth, Inglaterra. Actualmente es investigador y docente en ENES Mérida, y hoy nos comparte un poco de su trayectoria, experiencias, anécdotas, consejos y aprendizajes. De vacaciones familiares a olas gigantes: el inicio de una vocación Antes de adentrarnos en temas más técnicos, quisimos conocer los inicios de la vida profesional y las razones que inspiraron al profesor a elegir la investigación en la ciencia. Mencionó que su motivación comenzó desde su niñez, cuando en la televisión proyectaban videos del investigador y oceanógrafo Jacques Cousteau recorriendo el mundo en su barco y conociendo la vida del mar. Así mismo, los viajes fueron punto importante para que naciera la inspiración a continuar profesionalmente. “Era como estar en familia, estar de vacaciones y todo. Y en particular, las playas me capturaron mucho.” Una vez dentro de la carrera y experimentando lo que es estar en el mar del Pacífico Norte, el oleaje, tormentas y la dinámica del océano fue lo que cautivó al profesor. “Me encantaron las olas y fue como la motivación para entender el oleaje y por qué rompen las olas cerca de la costa, por qué cambia la forma de las playas, fue lo que me motivó a continuar profesionalmente”, menciona Proyectos que dejan huella Siguiendo con su trayectoria académica, conversamos sobre alguna investigación o proyecto realizado que le dejó una huella significativa o tuvo un gran impacto. “Yo creo que el trabajo académico que más me motivó, el que digamos que me disparó en mi trayectoria profesional, fue el doctorado. Y el doctorado me dio muchas cosas, no nada más lo académico, sino también a nivel personal, el poder interactuar con grupos de investigación, de gente que sentían pasión por lo que hacían y que esa pasión se trasladaba.” El doctorado consistía en investigar procesos físicos responsables en transportar arena en las playas, donde se instalaba un dispositivo considerando las mareas. Motivación para seguir aprendiendo Al hablar de la motivación para seguir aprendiendo y explorando, el profesor expresó ideas sobre lo que le motiva a seguir indagando. “…me encanta la naturaleza. Es algo que me apasiona muchísimo, el conocer. Conforme vas aprendiendo más de cómo son las cosas, te das cuenta de que hay una explicación más allá siempre. Y encontrar esta explicación era algo que siempre me ha apasionado, me ha dado mucha curiosidad. Yo creo que la curiosidad es innata al humano y que está muy vinculada a la belleza de lo natural.”. Por otro lado, al preguntar ¿cuál es la motivación para continuar con esto a futuro?, el profesor respondió: Dialogamos un poco de la esperanza, la retroalimentación y los factores que ayudan a cumplir una meta, un objetivo: Momentos de incertidumbre A lo largo de la vida, no solo académica sino en general, hay momentos de dudas e incertidumbre. Durante una clase universitaria escuché la expresión: aprender a vivir con la incertidumbre. Fue entonces donde el doctor nos compartió momentos de dudas, de cambios y de movimientos en su vida profesional. “Siempre hay dudas. Siempre hay. Por ejemplo, yo hace cinco años hice un cambio fuerte, medio drástico de mi carrera… Un pensamiento me dirigió también a pensar que, bueno, en realidad a lo mejor mi trabajo como investigador y profesor debería estar más enfocado a esto, a permear hacia otras generaciones. Entonces yo decidí dejar de ser investigador para convertirme ahora en profesor aquí en la UNAM. Y aquí tengo la parte de la docencia que te digo me motiva un montón. Es algo que sí me gusta mucho, aunque a veces es difícil, pero sí.” El reto de estudiar ciencia, ¿te atreverías a mezclar tus pasiones para crear algo nuevo? En la vida de estudiante, en muchas ocasiones es difícil escoger un camino, una licenciatura o un área. El adentrase a la ciencia puede parecer intimidante debido a la carga académica y los retos que implica. Es aquí donde el profesor aconseja: “…estudiar ciencia es un reto fuerte, yo creo que ahí el mejor consejo es que aquello que te gusta, aquello que consideras que es lo que te dió la motivación para estar aquí, sea lo que atesores más, y que luego busques cómo diversificar ese sentimiento hacia las demás cosas que vas aprendiendo”. Además, existe la creencia de que en el mundo científico solo se puede enfocar en la ciencia, dejando de lado otras áreas. Sin embargo, la ciencia y el arte pueden ser una combinación y una herramienta para aprender. El tratar de diversificar los conocimientos, y el encontrar una conexión entre los intereses propios y conocimientos, es posible. “…Si te interesa el arte, si te interesa la literatura, todo lo podrías conectar con lo mismo. Por ejemplo, a mí me gusta mucho dibujar y a veces creo que se podría enseñar también ciencia a través del arte, yo creo que eso se puede sin ningún problema,…