Los cigarrillos electrónicos o vapeadores: sus consecuencias ambientales y controversias tecnocientíficas

Los cigarrillos electrónicos o vapeadores: sus consecuencias ambientales y controversias tecnocientíficas

28 agosto, 2023 0
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Diana Mayreb Rico Aguayo*

Introducción

En el presente ensayo abordaré el tema de las consecuencias ambientales y controversias tecnocientíficas a partir del caso de los cigarrillos electrónicos o vapeadores que en los últimos años se pusieron de moda entre la población principalmente joven como sustituto de los cigarrillos comunes, ya que es un tema muy reciente que involucra directamente los avances científicos y que a su vez es todavía más contaminante que los cigarrillos ante los cuales compite en el mercado. En la primera parte contextualizo sobre los impactos al ambiente por los avances tecnológicos los cuales están guiados, muchas veces, por intereses económicos aunque en los últimos años muchos científicos han alzado la voz para alertar y advertir sobre las consecuencias irreversibles de nuestros actos, sin embargo, muchos de estos impactos han sido provocados por las industrias.

En una segunda parte, abordo el tema de los vaporizadores desde los diferentes puntos de vista que existen alrededor de esta controversia, para después identificar los valores predominantes desde la axiología de la ciencia, con respecto a los principales actores involucrados en está innovación, y finalmente una conclusión en la que sugiero que es un tema el cual debe tratarse desde diferentes disciplinas y actores sociales, así como se debe considerar el factora ambiental y de contaminación, que evidentemente está muy invisibilizado dentro de esta situación pero que es un factor importante.

Desarrollo

Se considera que nuestro planeta presentó transformaciones a nivel ambiental desde la primera Revolución Industrial, sin embargo, considero que las transformaciones han estado presentes desde que el ser humano fue transformando poco a poco el espacio que le rodeaba, desde los grupos nómadas, los cazadores-recolectores y posteriormente las primeras civilizaciones sedentarias las cuales modificaron el paisaje para poder cultivar su propio alimento.

La diferencia entre las transformaciones de las civilizaciones sedentarias y las de la revolución Industrial, fue lo acelerada y visible que fue esta última, además

de que estuvo motivada por intereses económicos, políticos y por ende de poder, mientras que la primera fue para la subsistencia de las sociedades. Ya lo dijo Trischler (2017) “los efectos de la industrialización en el medio ambiente y la sociedad fueron aún más esenciales,de largo alcance y duraderos que los de la revolución neolítica” (p. 45).

Hoy día los cambios ambientales a nivel global son más visibles, han aumentado su cantidad y fuerza en las últimas décadas, se percibe una escasez de recursos no-renovables como el agua y otra parte de esta se encuentra contaminada, también vemos que ha aumentado la cantidad de especies en peligro de extinción causando la alteración de los ecosistemas.

Si bien, las revoluciones industriales y los avances tecnocientíficos nos han facilitado los quehaceres cotidianos y la vida en diferentes ámbitos, sus implicaciones ya nos están pasando la factura, porque poco nos cuestionamos sobre nuestro consumo, nos es fácil desechar y comprar un nuevo aparato sin ponernos a pensar todo el proceso que se requirió para que un celular funcionara, los litros de agua se necesitaron para fabricarlo o la cantidad de minerales se extrajeron para que la pila funcionara correctamente. Todo este proceso queda invisibilizado ante las novedades que nos pueda brindar un nuevo celular, con, tal vez, una cámara más que a veces ni sabemos usar o con funciones que jamás usaremos porque no las necesitamos, sino que se debe al fenómeno del consumismo “que se basa en una corriente interminable de innovaciones tecnológicas” (Trischler, 2017, p. 45).

Además de que toda esta basura tecnológica no se recicla o si se hace es muy poco, terminando en los basureros junto a muchos aparatos o los podemos ver en el océano, río, pozos, cenotes, afuera de nuestra casa o en el parque de nuestra colonia, aumentando la contaminación de estos y al contacto con el sol generan gases que contaminan el aire que respiramos diariamente, lo que a la larga nos provocaría daños a nuestra salud. A pesar de ello y de algunos “accidentes” (de los cuales en realidad somos los seres humanos quienes lo provocamos, y el llamarlos accidentes es una forma de deslindarse de la responsabilidad de ello) como el incendio y explosión de basureros, la quema de terrenos provocados por vidrios, etc. se actúa muy poco al respecto desde ámbitos políticos como sociales o si se hace es de forma aislada y poco en conjunto.

Cigarrillos electronicos

Una reciente tecnología que ha estado en boca de varios son los vapeadores o cigarrillos electrónicos, su uso se ha popularizado tanto que hoy día los puedes encontrar hasta en las tiendas de abarrotes. Estos se presentaron como una alternativa para reducir el consumo de tabaco de las personas con adicción, con la cualidad de que ya no se inhala humo sino vapor, reduciendo los daños a la salud, principalmente los pulmones. Esta tecnología ha sido objeto de diferentes posturas, algunas contrapuestas específicamente entre personal del área de salud, las personas consumidoras, fabricantes o distribuidores, por esta razón encuentro el tema como controversial.

Su uso se ha popularizado entre la población más joven, de hecho se considera que las campañas de vapeo están dirigidas a este grupo específico puesto que son una población vulnerable (Romero, 2022), considero que son los jóvenes quienes se han inclinado hacia este producto porque se muestra como una innovación tecnológica, divertida y más compleja que el cigarrillo tradicional donde la forma de fumar es aburrida y el sabor desagradable, ya que los puedes encontrar en diversos sabores que van de lo frutal a lo coctelero, haciendo del producto algo diverso y vendible, marcando un cambio histórico importante en la forma de fumar y su concepción. Con el tiempo y popularización han tomado fuerza en el mercado, generando un incremento de marcas con precios variados, haciéndolo más accesible para la población.

Algunos expertos en el área de salud advierten sobre las posibles consecuencias, la Comisión Nacional contra las Adicciones (2019) informa que “el vapor de los cigarros electrónicos contiene una gran cantidad de sustancias tóxicas”, algunas de ellas hasta cancerígenas, como lo pueden se la nicotina, partículas metálicas como cadmio, níquel, plomo, cromo o arsénico, nornicotina, hidrocarburos aromáticos, entre muchas otras cosas más, que a la larga provocan daños respiratorios, cardiovasculares, daños en el ADN, convulsiones y adicción.

Por otro lado se encuentra la postura de la comunidad a favor del vapeo, quienes apelan a que estos son un 95% menos dañinos que los cigarros de tabaco convencionales, que son más económicos y son un alternativa más efectiva para dejar o disminuir el consumo de tabaco de las personas fumadoras en comparación con procesos como la terapia de reemplazo de nicotina, sin embargo, no hay evidencia de que esto suceda del todo así. Además de que no se han encontrado

estudios que comparen los vaporizadores con las alternativas farmacológicas, las cuales se consideran más efectivas para disminuir la adicción al tabaco (Instituto Nacional de la Salud Pública, 2021).

Hay muchos estudios y artículos sobre el tema, algunos con opiniones parecidas, países que lo ven menos perjudicial que la industria tabacalera, etc. estas posturas son guiadas desde los intereses y valores de cada persona, no sabemos si están siendo influenciadas por empresarios de estas dos industrias o por los gobiernos, pero se trata de una innovación con la cual no se tienen regulaciones suficientes sobre quién puede consumirlas, venderlas o fabricarlas porque podemos ver en la calle a estudiantes de secundaria usarlos sin saber bien sus repercusiones a corto, mediano o largo plazo. El tema debe ser de asunto público para que no se normalice su uso tanto como ha sido el caso del tabaco, puesto que muchas personas en el intento de dejar el tabaco se han vuelto dependientes de los vaporizadores o cigarros electrónicos, de modo que no sólo se está dejando una adicción por otra, sin generar realmente ninguna solución ni disminución del problema, que es como quiso venderse, y pasa a ser un problema más.

Un tema que va de la mano son los desechos tecnológicos, puesto que muchos de estos vaporizadores o cigarrillos son desechables con una duración de 400 a 600 caladas para después terminar en el bote de basura, aunque también están los recargables que tienen una vida un poco más prolongada, sin embargo, propician el consumismo innecesario y aumento de contaminación ambiental, así como de uso de recursos naturales para su fabricación.

Axiología de los vaporizadores

Tomando de referencia a Echeverria (2010) desde el estudio de la axiología de la ciencia existen diferentes valores que guían los avances e innovaciones tecnológicas y científicas, en este caso encuentro los siguientes:

Económicos: los fabricantes de los vaporizadores así como los distribuidores son los que están movidos por este valor, puesto que son a los que les deja mayor incremento en sus ingresos económicos al ir posicionándose en el mercado, además representaría para la industria tabacalera una disminución en la venta de sus productos, de modo que se trata de una competencia por obtener mayores ingresos económicos.

Ecológicos: poco se habla de la gran cantidad de desechos que representa el uso de estos vaporizadores y cigarrillos, normalmente se trata el tema de la salud de las personas, no es un tema que interese ni por el lado de los fabricantes ni de los usuarios, ya que predominan otros intereses. Sin embargo, como ya mencioné brevemente, estos objetos afectan al ambiente como un tema de basura, además, los materiales de los que son realizados son altamente contaminantes y tardan muchos años en degradarse, como lo es el plástico o el metal, y esto sumado a que la gran mayoría son desechables y por lo tanto aumenta la cantidad de basura de manera general.

Estético: este es uno de los primordiales en esta discusión puesto que este producto es atractivo para los usuarios, lo cual es una parte crucial de que sea consumido. Al tener diferentes colores, tamaños y luces se puede adecuar a la personalidad e imagen de la persona, también de que con el vapor se puede jugar haciendo diferentes figuras en el aire, sirve como una recreación.

Sociales: ha tenido tanto buenos como malos resultados dependiendo de cada persona, están quienes recomiendan su uso porque les funcionó para dejar de consumir cigarros y otros tantos que no, puesto que se considera como igual a los cigarros comunes, pero con diferente presentación.

Cultural: esta innovación ha marcado un cambio en la forma en como se fuma y la imagen que se tiene de hacerlo. Su uso es más aceptado ya que hace ver a las personas como interesantes y con habilidades diferentes, propiciando su consumo y que puede a largo plazo sustituir a los cigarros comunes, o simplemente implementarse dentro de la cultura del consumo.

Tecnológicos: es un gran cambio porque el cigarrillo de papel con un aroma desagradable para muchos cambió a ser un aparato de formas variadas, con colores, sabores y olores más atractivos para todo gusto, con una pila, resistencias y líquidos, haciendo su uso más complejo pero interesante. Podemos vincular este aparato también por su estética tecnológica, ya que se puede entender como más moderno y hacer ver al cigarro común como más atrasado. El fumar, hoy día, implica algo más que solo aspirar humo, es todo un proceso antes y después de aspirar el vapor que implica muchas otras cuestiones sociales, culturales y ahora tecnológicas.

Conclusiones

Los avances tecnológicos requieren del involucramiento y trabajo de muchos actores sociales y de diferentes disciplinas para prevenir todo riesgo e implicaciones a corto, mediano y largo plazo.

En el caso de los vaporizadores o cigarrillos electrónicos hay diferentes puntos de vista pero nada concreto, para evitar esto se tuvo que hacer diferentes estudios con personal del área de la salud y el Estado, para generar un producto que cumpliera con las características adecuadas para que funcionaran como una herramienta para evitar o disminuir el consumo de tabaco y así acabar con una problemática social de adicciones, sin embargo, como hemos visto a lo largo de este trabajo, esto no ha sido así realmente, sino que sólo se trata de un producto idealizado y que sigue en el ojo de la controversia.

Además, de ver sus implicaciones en temas que muchas veces se dejan de lado como es el ambiental, es un tema que está invisibilizado ante los intereses económicos y algunos intereses sociales, tecnológicos y estéticos, que son los que predominan en este caso; pero que sin los recursos naturales no se podría tener todo lo material, debemos comenzar a cuestionarnos si lo que tenemos, usamos o consumimos es realmente necesario o solo aumenta a los desechos que no son degradables para el planeta y que posiblemente sigan ahí después de nuestra muerte. Debemos dejar de ver a la naturaleza como aquel ente de dominio por el ser humano y verla como un ser vivo más que requiere de cuidados y derechos al igual que nosotros.

Referencias

Echeverría, Javier (2010) Tecnociencia, tecnoética y tecno axiología. Revista Colombiana de Bioética, vol. 5, núm. 1, enero-junio, pp. 142-152. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=189217244009

Comisión Nacional contra las Adicciones. (22 de agosto de 2019). Cigarrillos electrónicos. Información técnica sobre los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN) y Similares Sin Nicotina (SSSN) popularmente conocidos como “cigarros electrónicos” o “vapers”. https://www.gob.mx/salud/conadic/documentos/cigarrillos-electronicos

Instituto Nacional de Salud Pública. (2021). Evidencia Actualizada sobre vapeo: Un reporte del repositorio SEAN. The Union.

Romero, L. (2022). Utilización de vapeadores, problema de salud pública. Gaceta UNAM. Recuperado de https://www.gaceta.unam.mx/utilizacion-de-vapeadores-problema-de-salud-pu blica/

Trischler, H. (2017). El Antropoceno, ¿un concepto geológico o cultural, o ambos?.

Desacatos 54, 40-57.


*Egresada de la Licenciatura en Desarollo y Gestión Interculturales.