3 marzo, 2022 0

Políticas de ciencia y tecnología: hacia la coproducción de conocimientos para la resolución de problemáticas socioambientales

Por: María Elena Giraldo Palacio* El fomento de la ciencia y la tecnología como una tarea a cargo del Estado, es un fenómeno que se dio en la posguerra, luego de que la ciencia había contribuido al desarrollo de la “industria militar” internacional. La consolidación de los Estados-Nación conllevó a que los gobiernos se interesaran en financiar diferentes proyectos de investigación académica (Salomon, 2001), para dinamizar sectores económicos estratégicos: energía, obras civiles, industria auto- motriz, entre muchos otros. Sin embargo, como lo explicó la Dra. Rosalba Casas, en la conferencia inaugural del Seminario “Tecnociencia, Ambiente y Sociedad”, las políticas de ciencia y tecnología han variado en el tiempo, según la concepción sobre el papel que debe cumplir el conocimiento en el desarrollo de las sociedades. Así, durante el declive del modelo del Estado de Bienestar, los gobiernos vieron la necesidad de que la ciencia y la tecnología facilitaran los procesos de innovación empresarial. Es por esto que la agenda del sector se vinculó de manera más estrecha con la aspiración del crecimiento económico, que se vino a reforzar aún más durante la instauración del Estado Neoliberal, enlazando la ciencia a los procesos mercantiles. Hoy en día se viene cuestionando el papel que cumple la ciencia, la tecnología y la innovación en la sociedad, considerando que son un motor para mejorar las condiciones de vida de la población. Por esto, se han puesto en el centro de la agenda cuestiones como la necesidad de que este sector se oriente a temáticas de interés social como la salud, la alimentación, la educación, la vivienda, o la seguridad, en un marco de sostenibilidad ambiental. Sin embargo, ciencia y tecnología no pueden incidir por sí solas en estas cuestiones, por lo que requieren integrarse con otras políticas sociales, productivas, agroalimentarias o ambientales. Agenda científica y tecnológica orientada a la cuestión socioambiental: Mitigación y adaptación al cambio climáticoEnergías renovables AguaTerritorios y biodiversidad Soberanía Alimentaria Enfermedades emergentes La atención a estas cuestiones implica que el sector científico trabaje en equipos multidisciplinarios en diversas áreas del conocimiento: ciencias naturales, ciencias de la salud, ciencias físicas y ciencias sociales. Pero a su vez, requiere de un reto mayor: superar el modelo de generación de cono- cimientos centrado en la academia, para extenderlo a una red mucho más amplia y plural de actores que involucran al gobierno, sector productivo, organizaciones de la sociedad civil y colectivos ciudadanos, a partir de esquemas más flexibles, participativos e interactivos. Esta nueva configuración es crucial para lograr una coproducción de conocimientos orientada a atender graves problemas socioambientales como el cambio climático, la contaminación ambiental, o la escasez de recursos energéticos o hídricos, caracterizados por la complejidad, incertidumbre y dinamismo, que, para su resolución, requieren de una integración entre conocimientos científicos, tradicionales, técnicos y empíricos. Referencias: Salomon, Jean (2001). “El nuevo escenario de las políticas de la ciencia”, en Revista Internacional de Ciencias Sociales, UNESCO. Conócela: La Dra. Rosalba Casas Guerrero es Doctora en Filosofía en Políticas de Ciencia y Tecnología e Investigadora Titular del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM desde hace 45 años. *Profesora del Departamento de Humanidades y Sistemas Sociales, ENES-Mérida, UNAM.

3 marzo, 2022 0

Curso-taller intensivo “Procesos sociales para la territorialización de la agroecología. La metodología campesino a campesino”

Por: Mónica Ivette Flores* Uno de mis recuerdos de la niñez era ir a visitar a mi abuelo al campo en verano, cuando la milpa reverdecía todo el paisaje. Había calabaza, maíz de diversos colores, trigo, chilacayote, manzanas que tenían un sabor a mantequilla, recuerdo que solo en esa temporada podía disfrutar de los chabacanos pequeños con textura de terciopelo; no olvido cómo era respirar un olor a tierra mojada, gracias a la temporada de lluvias. Mi abuelo nunca abandonó su tierra, a pesar de haber vivido la mitad de su vida como obrero en la Ciudad de México; cuando alcanzó su jubilación, lo primero que hizo fue volver al campo, a su hogar. Ese es el primer acercamiento que tengo para entender y pensar la “agroecología” que, para ser específicos, se refiere a un sistema tradicional milenario conocido por los pueblos mesoamericanos como “milpa”. La milpa es un sistema tan rico en diversidad de especies que ha alimentado a las comunidades campesinas a través del tiempo, y también cumple una función para el ecosistema al mantener un suelo vivo gracias al reciclaje de nutrientes. Cabe señalar que más del 70% de nuestra alimentación proviene del campo, por lo que para hablar de agroecología es necesario entender su dimensión cultural, social y política. En el taller “Procesos Sociales para la territorialización de la Agroecología”, impartido por el Dr. Omar Felipe Giraldo en la ENES-Mérida, comenzamos por cuestionar qué es y cómo entendemos el desarrollo, la pobreza y el campesinado. Entendiendo que de fondo, existe un lógica de arriba hacia abajo, que generó un estigma hacia los campesinos vistos como sujetos necesitados y de baja productividad por lo que era necesario la implementación de proyectos de desarrollo rural dirigidos por técnicos, agrónomos e ingenieros industriales que tenían como objetivo convertir a los campesinos en pequeños empresarios. Esta época denominada “extensionismo” que también alude a la revolución verde de los años 40 y 70 y aún vigente, basada en el monocultivo, mantuvieron la premisa de que era necesario implementar tecnologías que permitieran aumentar la producción de alimentos con el fin de satisfacer las necesidades de la población en crecimiento. Sin embargo, en la actualidad la FAO ha señalado la gravedad de la crisis mundial del hambre en la que ha aumentado el número de personas que no pueden acceder a los alimentos por distintos factores además del económico, exponiendo así a la población a la inseguridad alimentaria, al no tener los recursos económicos para acceder a alimentos sanos y de calidad, lo cual hace visible que la alimentación se ha reducido a un negocio que solo responde a las demandas del mercado global capitalista. Ante este escenario, la agroecología responde, propone y aporta soluciones ante la escasez de los alimentos y la producción de alimentos sanos, la revalorización de los conocimientos tradicionales de las comunidades campesinas, los problemas ambientales ocasionados por la explotación de la tierra a causa del monocultivo y el uso excesivo de pesticidas, además de reconocer a los campesinos como sujetos históricos, políticos y de derechos al ser los transmisores de un cúmulo de conocimientos son factores que dan pie a la metodología de “Campesino a Campesino”, la cual garantiza la soberanía alimentaria, que se entiende como el derecho a las personas para producir, distribuir, consumir alimentos sanos y cerca de su territorio de una manera ecológicamente sostenible (Altieri y Toledo; 2010). Principios Sociales para crear agroecológicas emancipadoras 1)  Cuestionar y transformar estructuras, no reproducirlas2)  Conformar economías basadas en el valor de uso, no en el valor de cambio3)  Fortalecer la organicidad y pensar en procesos colectivos, no en proyectos individualizados4)  Construir procesos horizontales,no jerarquías5)  Formar para luchar y transformar6)  Actuar desde la cultura y la espiritualidad, no desde el productivismo(Giraldo y Rosset, 2021) Dicha metodología promueve el diálogo de saberes, sentires y vivires, que se expresan en la reconstrucción del tejido social ya que enlaza y articula la riqueza relacional de la comunidad donde la organización comunal cumple un papel protagónico. Como parte del taller estudiamos un caso de éxito, que es el de la Asociación Nacional de Agricultores ANAP en Cuba, quienes demostraron con prácticas agroecológicas basadas en la diversificación, que producen muchos más alimentos por hectárea que cualquier otra explotación comercial. Las familias del movimiento campesino a campesino producen más del 65% de los alimentos del país, en sólo 25% de la tierra (Rosset, 2011). Sin duda, son un claro ejemplo a seguir para imaginar y crear otros mundos posibles. Referencias: Altieri,M. y Toledo,V. (2010). La Revolución ecológica de América Latina; rescatar la naturaleza, asegurar la soberanía alimentaria y empoderar al campesinado. ILSA. El otro derecho, Núm. 42. Rosset, P. M. et al. (2011) “The Campesino-to-Campesino agroecology movement of ANAP in Cuba: Social process methodology in the construction of sustainable peasant agriculture and food sovereignty” Journal of Peasant Studies. Vol. 38, núm. 1, junio 2011, pp. 161-191. *Alumna de la Licenciatura en Desarrollo y Gestión Interculturales, ENES-Mérida, UNAM.

3 marzo, 2022 0

Semilleros de investigación: más allá de un proceso de educación formal

Por: Mónica Ivette Flores* Los semilleros de investigación en las universidades de Colombia son espacios formativos que tienen la finalidad de acercar a los estudiantes a la investigación. Asimismo son considerados como los primeros acercamientos que tienen los estudiantes hacia la ciencias, no obstante, no se espera que los estudiantes sean “científicos”, pero sí que desarrollen habilidades específicas para la investigación. Están conformados por grupos de estudiantes acompañados por un docente. De acuerdo con la Dra. Leydy Johana Rivera Soto, la formación de semilleros de investigación funcionan como estrategias pedagógicas que apoyan la trayectoria profesional de los estudiantes que cursan la universidad, pero esperando ir más allá de la investigación instrumental, también se busca hacer la conexión entre la investigación y las necesidades sociales partiendo de la reflexión crítica por parte de los estudiantes y docentes sobre las problemáticas sociales que les acontecen. En su investigación sobre dos experiencias formativas; la primera de un semillero de arte y otro de educación, la Dra. Rivera Soto se cuestiona: ¿Cómo se configuran políticamente los jóvenes que participan en escenarios de formación inicial investigativa, en los semilleros?, ¿ En qué horizontes epistémicos y políticos se fundamentan los aprendizajes de formación inicial? y ¿Cómo están estructurados los procesos de formación inicial investigativa en un semillero de arte y otro de educación? Con la finalidad de comprender la configuración de subjetividades políticas de los estudian- tes. Entendiendo subjetividades políticas como aquel acto de reflexión sobre sí mismo y sobre las normas en coherencia con el actuar con los otros (Díaz, 2012). Y lo político, al referirse al actuar en lo público, actuar con los otros, lo cual constituye el surgimiento de un acto de reflexión, que se analizó desde la categoría de los posicionamientos políticos. La autora propone los posicionamientos políticos de Carmona (2019) como categoría que evidencia no sólo la implicación de los sujetos, sino también el lugar móvil y de acción de quienes participan en la conversación, es decir, desde dónde se habla, pero también desde donde actúa. Lo cual resultó en cuestionar la enseñanza instruccional y despolitizada de la investigación, haciendo visible la urgente necesidad de conectar la investigación con las necesidades sociales que a su vez, permite reivindicar el compromiso que tiene la universidad con la sociedad en general, ya que surge de los alumnos preguntarse cómo pueden aplicar lo que leen o aprenden en las problemáticas actuales. Elementos diferenciadores de clase frente a Semillero de Investigación La horizontalidad en la organización, la confianza para el trato de igual a igual, el fomento de la curiosidad investigativa, relaciones dialogantes, así como la forma de trabajar entre semilleristas, genera mayor interés y curiosidad necesaria para investigar y aprender. Una diferencia radical en las relaciones tejidas alrededor del conocimiento es que, en lugar de establecer relaciones de poder, se privilegia la producción de saber, lo cual induce a la reflexión respecto de las relaciones en el aula tradicional frente a lo que mues- tran los Semilleros de Investigación. (Gallardo, 2014). Por ejemplo, los aprendices desde el arte mostraron preocupación e interés sobre los problemas ambientales y se pregunta- ron el papel de la humanidad ante estos problemas, señalaron que la sociedad no solo necesita entretenimiento, sino también educación y es el arte dramático una poderosa herramienta que combina entretenimiento y educación para trans- formar. La Dra. Rivera Soto sostiene a partir del análisis del discurso, que la configuración de las subjetividades políticas se potencia  en  los  semilleros,  cuando  lainvestigación se asume como un asunto político y de transformación cultural y de país. Desde esta perspectiva se puede reafirmar una ciencia políticamente comprometida con lo social, donde la investigación se dirija hacia la construcción de conocimientos situados y encarnados en las experiencias formativas, que visibiliza la pluralidad humana y articula la academia con la vida en común. Conócela: Leydy Johana Rivera Soto es psicóloga, magíster en Desarrollo Educativo y Social y doctora en Ciencias Sociales en niñez y juventud, tiene experiencia en investigación universitaria y ha sido asesora de trabajos de licenciatura y posgrado con trayectoria en Semilleros de Investigación y Metodologías de Investigación Cualitativa. Actualmente es asesora en la vicerrectoría de investigación en la Universidad del Bosque en Bogotá, Colombia. *Alumna de la Licenciatura en Desarrollo y Gestión Interculturales, ENES-Mérida, UNAM.

3 marzo, 2022 0

Tren Maya: una oportunidad para la gestión participativa del territorio

Por: Jimena Mayadelhi Cruz* El proyecto del Tren Maya y su impacto en el desarrollo del sureste del país constituye una de las preocupaciones más grandes tanto para las comunidades de esta región, para los diferentes órdenes de gobierno y para las comunidades académicas y de investigación nacionales. De su planeación, construcción y puesta en marcha depende que este proyecto realmente funcione como un motor de desarrollo sostenible para el sureste mexicano. Por ello, ONU-Habitat -el programa de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos-, colabora desde el 2019 brindando apoyo técnico al Fondo Nacional del Turismo (Fonatur) para detonar una estrategia de desarrollo integral en los cinco estados por donde transitará el Tren Maya, y que realmente contribuya a mejorar las condiciones del territorio y la calidad de vida de sus habitantes. Ejes de acción de ONU-Hábitat 1.  Procesos informativos2.  Procesos participativos3.  Diagnóstico4.  Microrregiones5.  Planeación urbana6.  Observatorio regional7.  Relocalización consensuada La Estrategia de Prosperidad Compartida, presentada por Lucile Moal, Carolina Hernández y Rubén Araujo, indicaron que el modelo propuesto por ONU-Habitat se basa en la noción de prosperidad, una idea que introdujo el Banco Mundial hace ya más de una década junto con la idea del “crecimiento inclusivo”, enfocado a lograr la sostenibilidad económica en la medida en que amplíe su base hacia todos los sectores. Sin embargo, explican, el término de prosperidad se constituye como una noción más amplia e integral y no se constriñe únicamente al componente económico. Para ello, se plantea la articulación de procesos participativos y acuerdos sociales con actores y dependencias estratégicas de la región sureste para abatir el rezago social, reducir la desigualdad de oportunidades, así como articular y promover la economía de las subregiones basados en los valores ambientales, culturales y económicos de la región. De este modo, identificaron nueve principios rectores para la prosperidad compartida en la región sureste del país: Servicios básicos accesibles suficientes y de calidad Economía competitiva, incluyente e innovadora Sostenibilidad del medios ambiente Territorios seguros Estados de derecho y cultural de la legalidad Capacidades fortalecidas Interculturalidad y convivencia en la diversidad Territorios ordenados, integrados y funcionales Gestión pública armonizada, participativa y corresponsable A partir de ello, se busca detonar corredores de prosperidad, entendidos como unidades de gestión que fomenten la integración equitativa del territorio a partir de la planificación e inversión estratégica y en ello, la generación de espacios de gobernanza resulta fundamental. A través de un diagnóstico tomando como base los principios de prosperidad compartida y analizando la actividad de instancias estatales, regionales y locales, los resultados preliminares de ONU-Habitat permiten ver que hay grandes brechas y desafíos por superar tales como la desconfianza social hacia los gobiernos o que el diálogo social es prácticamente inexistente, pues está basado mayoritariamente en el conflicto y no como un ejercicio cotidiano. Asimismo, han detectado que desde la parte gubernamental no se tiene consenso sobre la representatividad social. En este sentido, ONU-Habitat identifica como prioritario que los programas de gobierno procuren efectivamente una transversalización de espacios y mecanismos de participación social, así como el reconocimiento de formas locales y culturales de organización, y actualización de leyes generales. *Alumna de la Licenciatura en Desarrollo y Gestión Interculturales, ENES-Mérida, UNAM.

3 marzo, 2022 0

Redes de conocimiento, la perspectiva en la comunidad de Dzityá

Por: Jimena Mayadelhi Cruz* Hoy en día, las problemáticas socioambientales vinculadas con la ciencia y tecnología constituyen uno de los ejes centrales que mueven la dinámica del mundo contemporáneo, y en la que, para lograr un desarrollo sustentable, las comunidades locales requieren de la vinculación con actores que apoyen su actividad productiva. En este sentido, el Dr. Francisco Sarmiento Franco, especialista en Desarrollo Regional Sustentable del Instituto Tecnológico de Mérida, expuso que una forma de lograr dicha vinculación es mediante la construcción y establecimiento de redes de conocimiento, entendidas como la interacción entre agentes económicos, productivos, de investigación, así como agentes institucionales y de gobierno, que permiten establecer vínculos para el desarrollo del conocimiento aplicado para enfrentar las problemáticas socio ambientales y económicas del sector productivo y social. Tomando como base la experiencia de la comunidad artesanal de madera y piedra de la comisaría de Dzityá, Mérida, Sarmiento Franco expuso que el establecimiento de estas redes de conocimiento parte de un diagnóstico en profundidad que contempla dimensiones económicas, productivas, de innovación, así como las de índole sociocultural, ambiental y ecológico. ¿Sabías que? El 3.1% del PIB nacional lo aporta el sector culturalLas artesanías son el segundo sector más importante del PIB cultural de México, pues representan el 19.1%de la cuenta de cultura nacional.Más del 4% del PIB que genera el turismo en México se destina a la adquisición de artesanías. Este diagnóstico permitió identificar una situación de inestabilidad que se refleja en condiciones económicas, sociales y ecológicas desfavorables para la comunidad de Dzityá y el medio natural, así como una falta de planeación participativa y comunitaria que permitiera el desarrollo de la localidad. Ante ello, se propuso una metodología de IAP (Investigación acción participativa), gracias a la cual se pudo identificar a los actores comunitarios, académicos y de gobierno interesados en conformar las redes de conocimiento y desarrollar diversas acciones conjuntas que inciden en el campo económico y social. Las artesanías de Yucatán En Yucatán, cálculos indirectos realizados por la Casa de las Artesanías, definen alrededor de 30,000 artesanos distribuidos en 15 ramas. El bordado constituye el 40%, siendo por lo general mujeres las que se dedican a esta actividad. Le sigue el urdido de hamacas con el 30%. Las tejedoras de henequén son el 15%. Cerca del 7%, lo conforman los talladores/as de madera, y el 8% restante se dedica a las otras diez ramas. https://artesanias.yucatan.gob.mx/artesanias.php Entre los resultados se cuentan la mejora  de  los  procesos  artesanales, diversos cursos de capacitación relacionados con comercialización, costos e innovación, así como del desarrollo de prototipos para nuevas maquinarias. En el ámbito cultural y social, se generó el establecimiento de un consejo ciudadano, desarrollo de diversos eventos que promuevan la cohesión social, la formación de líderes comunitarios y la vinculación con las escuelas de la localidad para tratar temas relacionados al medioambiente. El desarrollo de metodologías participativas está creando nuevas oportunidades para aplicar el modelo y desarrollar un entendimiento sistemático de formas efectivas de enfrentar problemas sociales. Conócelo: El Dr. José Francisco Sarmiento Franco es especialista en Desarrollo Regional Sustentable y Economía del conocimiento y sustentabilidad. Está adscrito al Departamento de Ingeniería Industrial del Instituto Tecnológico de Mérida. *Alumna de la Licenciatura en Desarrollo y Gestión Interculturales, ENES-Mérida, UNAM.

3 marzo, 2022 0

Cultivo vivo

Por: Nicole Hernández Russi* “Siempre voy a la pescadería para ver precios. —Mire señora, este es un producto súper bueno, es sano, no tiene grasas malas […] es pura proteína. —Ay sí, pero está feo, oiga. Y he logrado que se lleven el pulpo. A mí me gusta cocinar y de paso les doy recetas, como el pulpo en escabeche, es buenísimo”. Dieciséis años de trabajo es lo que lleva el Dr. Carlos Rosas investigando el pulpo rojo (Octopus Maya) en las instalaciones de la UMDI (Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación), en el puerto de Sisal, Yucatán. Antes de que estas se construyeran, él empezó trabajando con camarón. Sin embargo, a su llegada al estado, el gobernador en turno pidió a la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) hacer algo por el pulpo rojo, especie que solo puede encontrarse en la península de Yucatán y es de gran relevancia económica. El Dr. Rosas, en cierto modo, se había agotado por el estudio del camarón y decidió trabajar con el otro recurso como su segundo amor. “Es como cuando te enamoras por segunda vez, tienes el ansia de aprender y descubrir y siempre el temor de fallar, es como un nuevo amor”. Al igual que al comenzar cualquier nueva relación, quiso cambiar las circunstancias y empezar a conectar el Laboratorio de Ecofisiología de Organismos Acuáticos con uno de los actores más importantes de la zona costera: los pescadores. Les comentó sobre el proyecto pero no mostraron interés, sin embargo, sus esposas sí. Fue entonces cuando empezó a trabajar en conjunto con las señoras: los investigadores proveyeron de los tanques y los pulpos silvestres, mientras que ellas consiguieron alimento para pulpo (desechos de producción pesquera, jaiba, etcétera), con lo que empezaron de cero una asociación y cooperativa que permanece hoy en día. Sin ideas certeras sobre lo que encontrarán, el investigador decidió lanzarse de lleno al estudio del pulpo. En conversaciones con otros colegas de la academia, le comentan sobre las dificultades de la crianza del pulpo: se escapan de los tanques y se comen entre sí. Aun con todas las dificultades que llevan consigo los inicios, lograron que los pulpos crecieran aceleradamente. Al final, las señoras se quedaron con los pulpos para su venta, y el doctor y su equipo, con los datos. “Siempre empujamos al grupo de señoras a que tuvieran su propio medio, a que escalaran la producción del pulpo de laboratorio a uno comercial. Se consiguió el dinero por medio del programa de pequeños subsidios de las Naciones Unidas. Ahora ellas colaboran con nosotros”, comenta sobre la granja de pulpo de la cooperativa, que iniciará operaciones el próximo año. En esta nueva relación entre el Dr. Rosas y el pulpo había dos problemas principales: la reproducción y la alimentación. Las hembras solo desovan una vez en su vida y lo hacen en cuevas oscuras; en el laboratorio, las hembras ponían los huevos en el nido y los tiraban por estrés. El equipo del investigador se percató de que había muchos factores por controlar, principalmente la luz. De esa forma, se acordó que en el cuarto de desove hubiera luz roja tenue. A su vez, desarrollaron incubadoras de huevos para poder manejar bien a la hembra en un lugar, y a los huevos en otro. Fue entonces cuando se comenzaron a producir embriones y, posteriormente, crías. En cuanto a la alimentación, se desarrolló un alimento especial basado en el proceso de liofilización, que consiste en una sublimación: el producto se mete congelado en la máquina, que extrae el vapor de agua sin pasar por el estado líquido, y queda en la parte superior del equipo el producto con sus propiedades naturales sin agua, con la cual pueden hacer la harina para el alimento. Con la reciente adquisición del equipo, la cual fue por medio de una donación, pasaron de producir 100 gramos de alimento a la semana a producir de 2 a 3 kilogramos. Pero no todo es felicidad. El Dr. Carlos y su equipo están investigando qué sucedería con los pulpos en los casos de olas de calor, cada vez más frecuentes en el mundo. “El problema del cambio climático no solo es el incremento del calor, sino que las variaciones estacionales son cada vez más drásticas. […] Los pulpos son sensibles a la temperatura y entre 22° y 26 °C se desempeñan muy bien. Ya hemos observado que embriones y juveniles provenientes de hembras estresadas térmicamente tienen tasas de crecimiento menores porque sus tasas metabólicas van en aumento. Tenemos una hipótesis, la herencia epigenética. Los animales experimentan una condición ambiental a la que no están del todo adaptados o puede tener efectos de una generación a otra. […] Los pulpos son animales que desovan en invierno. Si el invierno es corto y la temperatura en primavera o verano es muy alta, son los embriones o juveniles los que presentan problemas. Si el verano es muy tórrido y hay una ola de calor, aunado a un invierno corto, las hembras van a experimentar dicho problema metabólico”, afirma. En todo caso, en las instalaciones de la UMDI se estudian embriones, juveniles y reproductores en distintos escenarios. Con respecto al cambio climático, el Dr. Carlos comenta: “Nosotros no le podemos bajar la llave al calor, podemos producir información que permita a alguien que tome las decisiones para que se prevean cosas. En México esa cultura no es tan clara. En nuestro país no hay previsión […] son los hijos o los nietos quienes lo van a ver. Los que lo estamos sabiendo somos nosotros. No les podemos echar la culpa a los abuelos porque no sabían, nosotros ahora lo sabemos, entonces tenemos una responsabilidad conceptual, porque sabemos, somos cómplices. […] Tenemos esta bola de cristal que nos indica con los datos de una investigación lo que pudiera ocurrir ante olas de calor más frecuentes […] un año no es un problema, baja la producción y la industria se ajusta, pero dos, tres, cuatro años seguidos… y es lo…

3 marzo, 2022 0

La sobrepoblación humana es el principal factor de la crisis ambiental global

Por: Lisset Stephania Harris Martínez, Elena Juárez Guadarrama, Aarón Ulises Poot Hoil*, Francisco Guerra Martínez** En 2023 seremos 8 000 millones de seres humanos en el planeta, una cifra preocupante, pues mantenemos un modelo de desarrollo insostenible. Este trabajo señala la relación fracturada entre la humanidad y la naturaleza y nos invita a reflexionar acerca de los impactos negativos que ha provocado la sobrepoblación humana. Miren a su alrededor. Cada uno de los bienes materiales que poseen tienen a la naturaleza como fuente primaria de su producción; imaginen los esfuerzos requeridos para su obtención, los costos de producción y el daño ambiental que esto implica, ahora multipliquen cada elemento por 8 000 millones, el número de seres humanos en la Tierra. Las sociedades humanas y la globalización han facilitado que la mayoría de las personas en el mundo dispongan de ropa, calzado, gadgets y demás bienes materiales que les proporcionan cierto bienestar. Sin embargo, pocas veces reflexionamos que la naturaleza es la que provee los recursos para producir esos bienes. La sustracción de materias primas provoca un daño ambiental, el cual se intensifica cuando los bienes usados son devueltos a la naturaleza en forma de contaminantes. Los seres humanos nos hemos apropiado de los elementos naturales alrededor del mundo, los utilizamos sin restricciones a tal grado que hemos transformado la mitad de la naturaleza desde su estado original. Nuestros niveles de consumo generan una demanda en la producción de bienes materiales, lo que provoca un deterioro ambiental y la degradación de los ecosistemas. Además, la destrucción de los espacios compartidos con todas las especies impacta en las sociedades actuales debido a que la pobreza, la desnutrición y el hambre aumentan. ¿Cuántos seres humanos somos y cuántos seremos? La Real Academia Española define el término “sobrepoblación” como “superpoblación”, esto es, el exceso de individuos de una especie en un espacio determinado, lo que se traduce en una elevada densidad de personas, justo lo que se presenta en la actualidad. Pero ¿cómo llegamos a esta sobrepoblación mundial? De acuerdo con la plataforma Worldometers.info, las estimaciones históricas sugieren que en el año 5000 a. n. e. la población humana mundial era de 5 millones de personas. Para el año 200 d. n. e. ya existían 190 millones de personas, que se convirtieron en 275 millones en el año 1000 y en 450 millones en 1500. A partir de los efectos socioeconómicos de la Revolución Industrial, que inició en el siglo XVIII, comenzó un ascenso en la población a nivel mundial. De este modo, el año 1804 se reconoce como un parteaguas por el número de seres humanos en el mundo debido a que alcanzó los primeros 1 000 millones. El crecimiento histórico de la población tuvo un aumento exponencial en la segunda mitad del siglo XX, pues pasó de 2 500 millones de personas en 1951 a 6 000 millones en el año 2000; es decir, la población aumentó 137% en tan solo 50 años. Desde el año 1990, diariamente nacen cerca de 380 000 seres humanos, lo que representa aproximadamente 140 millones cada año. Así es como nos acercamos cada vez más a la escandalosa cantidad de 8 000 millones de personas en el planeta (Figura 1). La Organización de las Naciones Unidas (ONU) realiza las proyecciones de la población mundial. Sugiere que en el año 2023 inevitablemente habrá 8 000 millones de habitantes y para el año 2057 la cifra llegará a 10 000 millones; al finalizar el siglo XXI estará cerca de alcanzar los 11 000 millones de habitantes. Estas son cantidades exorbitantes que, al traducirse en el empleo de recursos naturales, implican una sobrecarga para el planeta. Los datos sugieren que en el presente siglo se aplanará la curva de crecimiento exponencial, es decir, la línea curva se convertirá en una línea recta (asíntota). Las últimas proyecciones aseguran que las tasas de crecimiento de la población disminuirán durante este siglo, pues la cantidad de nacimientos será menor que la de defunciones, lo que llevará a un proceso de estabilización de la curva. Las estimaciones contienen intervalos de confianza, es decir, las posibles tendencias que puede seguir el crecimiento poblacional a partir de los datos actuales. El rango de confianza adquiere valores mínimos de 9 000 millones de personas, con un notable descenso en la población a partir del año 2075 y valores máximos de cerca de 13 000 millones de habitantes que mantienen el crecimiento exponencial mostrado desde el siglo XX (Figura 2). * Alumnado de la Licenciatura en Ciencias Ambientales, ENES-Mérida, UNAM. **Profesor de Ética Ambiental, Licenciatura en Ciencias Ambientales. Contacto: francisco.guerra@enesmerida.unam.mx

3 marzo, 2022 0

Industria textil en Europa, un caso de transición sostenible

Por: Mónica Ivette Flores* Después de los hidrocarburos, la industria textil es la segunda más contaminante del mundo, al producir toneladas de emisiones de carbono a la atmósfera, lo cual trae como consecuencia el calentamiento global. Para producir unos jeans se requieren 7,500 litros de agua, el equivalente a la cantidad de líquido que bebe una persona en siete años; también cada año se tiran al mar medio millón de toneladas de microfibra, lo que equivale a 3 millones de barriles de petróleo. El modelo dominante del fast fashion, que ofrece a los consumidores colecciones de temporada a bajos costos, ha generado una tendencia del consumir dentro de un modelo insostenible del comprar, usar, tirar. Especialistas de la ONU consideran que esta tendencia es responsable de una amplia gama de efectos negativos en el ámbito social, económico y ambiental y subrayan la necesidad de garantizar que la ropa se fabrique de la manera más sostenible y éticamente posible. Al respecto, el Dr. Oscar Miguel Blanco Sierra, especialista en las relaciones entre cultura y los procesos de cambio sociotécnico, comentó que “la Unión Europea, apuesta por generar un modelo de innovación sostenible sin perder el crecimiento económico, lo que implicaría cambiar el modelo de producción basado en costos hacia un modelo basado en la competencia por el conocimiento”. En ese sentido, mencionó que tecnificar e innovar en la industria textil, significaría producir también creatividad y cultura, pretendiendo rescatar la dimensión social y cultural de la moda, componente esencial de la sociedad moderna, para satisfacer a consumidores que buscan un consumo ético y responsable. Es por ello que propone una integración de la cultura en la innovación, que surge de la crítica al modelo socio-técnico centrado en los aspectos tecnológicos del cambio y que excluye a la cultura de la dimensión política de la innovación, para así generar una transformación social más que tecnológica, en el que los actores sociales adquieran mayor agencia en los procesos y en los nichos de innovación, como el diseño sostenible, las nanotecnologías textiles, las comunidades artesanales y la economía circular, entre otras, lo que permite generar procesos de experimentación local orientados a cambios alternativos sostenibles del sistema. Fast fashion en México En México, se estima que en 2020 las ganancias de esta industria alcancen los 4 mil 520 millones de dólares, lo cual nos coloca en la posición 18 del ranking mundial de ventas.Los efectos ambientales y el consumo de recursos de la industria nacional de la moda y la confección se deben al modelo lineal(tomar-usar-desechar) de producción.Un solo ejemplo: la descarga de agua contaminada generada por esta industria en el río Atoyac afecta a más de 2 millones de personas en Puebla, de acuerdo con el CEMDA. Blanco Sierra comentó que las combinaciones entre arte-cultura y creatividad son cruciales para lograr la innovación y cambios en la industria textil. La cultura es central en la emergencia de innovaciones radicales del sistema: como agente clave en el sistema de innovación, como laboratorio de experimentación y como proveedora de imágenes de cambio. El rol de la cultura en la innovación es la construcción de nuevos significados, donde las y los agentes culturales son actores clave dentro de los sistemas de innovación, el empleo de la investigación conceptual y el arte como laboratorio. Las y los artistas son catalizadores del cambio social. Conócelo: Dr. Oscar Miguel Blanco Sierra Doctor en ciencias sociales. Universitat de València. Investigador de las relaciones entre la cultura y los procesos de cambio socio-económico a nivel conceptual y metodológico, y su aplicación en políticas, programas y proyectos. *Alumna de la Licenciatura en Desarrollo y Gestión Interculturales, ENES-Mérida, UNAM.

3 marzo, 2022 0

Los desafíos de la gobernanza hídrica en el sureste mexicano

Por: Mónica Ivette Flores* En el siglo XXI aún existen millones de personas, principalmente en zonas rurales, que carecen de servicios básicos como el acceso, la disponibilidad y el saneamiento respecto del agua (ONU, 2021), lo que adquiere mayor relevancia ante el actual contexto de emergencia climática y sanitaria. El agua es considerada como un recurso finito y vulnerable, esencial para mantener la vida, el desarrollo y también el ambiente. Es un bien con características tan básicas para la comunidad que no puede ser dejado al mercado especulativo o al libre juego de la oferta y la demanda, sino que su asignación debe resolverse con una perspectiva pública para asegurar que se respete su acceso justo al recurso. Por ello, la gobernanza hídrica establece las relaciones entre el gobierno, la sociedad y las diversas instituciones públicas y privadas para lograr reconstruir el sentido, la capacidad y la coordinación de los actores involucrados en la gestión del agua. Su gestión integral tiene como fin maximizar el bienestar social y económico resultante de manera equitativa, sin comprometer la sostenibilidad de los ecosistemas (GWP, 2009). De modo que, es importante asumir la condición de vulnerabilidad, de carácter socio ambiental, que define los procesos que conllevan situaciones críticas e irreversibles que ponen en riesgo el desarrollo humano y el funcionamiento de los ecosistemas (Ávila, 2008: 48), los efectos adversos del cambio climático, incluida la variabilidad climática o los fenómenos extremos (IPCC, 2011). Al respecto, la Mtra. Lorena Torres Bernardino expuso que los principios de esta gestión deberán estar basados en un enfoque participativo, involucrando a usuarios, planifica- dores y tomadores de decisiones a todo nivel y destacó el papel fundamental de las mujeres, en la provisión, gestión y protección del agua. Torres Bernardino comentó que el sureste de México, atraviesa por problemáticas en cuanto a la cobertura de agua potable, el alcantarillado y el trata- miento de las aguas residuales. De acuerdo al Programa Hídrico Regional Visión 2030, destaca la baja cobertura de alcantarillado y tratamiento de las aguas residuales municipales e industriales, añadiendo la deficiente existencia de fosas sépticas. Conflictos por el agua y política ambiental  Algunos factores que influyen en el ejercicio de la política en torno del agua: – La competencia por el recurso hídrico a nivel nacional e internacional – Los conflictos derivados por el rechazo de decisiones públicas (como reducción de subsidios o creación de tarifas) – Problemas públicos que requieren de la acción de una autoridad Fuente: Becerra et. al. (2006). Los conflictos por el agua en México.Diagnóstico y Análisis  En ciudades grandes como Mérida, Campeche y Cancún, existen empresas que se dedican al servicio de limpieza de las fosas sépticas, sin embargo, no existen plantas de tratamiento suficientes donde se vierten los desechos, provocando descargas clandestinas. Por ello, hizo énfasis en que los nuevos desafíos de la gestión urbana del agua deben garantizar el acceso como derecho humano, no enajenable, vista como un bien público de interés general, no limitada a la gestión privada. Además, surge de la necesidad de relacionar estrecha- mente la política del servicio con la política social, la política habitacional, la política del ordenamiento territorial, la política ambiental, con la estrategia metropolitana, e incluso, con el desarrollo de una democracia participativa, lo que implica restituir su carácter social y político. Conócela: La Dra. Lorena Torres Bernardino es investigadora del Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad en el Sureste, AC y Doctorante de la Escuela Doctoral en Ciencias Sociales Université Lyon, Francia. *Alumna de la Licenciatura en Desarrollo y Gestión Interculturales, ENES-Mérida, UNAM.

3 marzo, 2022 0

Políticas regionales de ciencia y tecnología. Capacidades interactivas, redes y desarrollo territorial en dos parques tecnocientíficos de México y Colombia

Por: César Guzmán Tovar* El libro toma como casos de estudio dos parques tecnocientíficos de México y Colombia y los analiza en perspectiva comparada bajo los conceptos de políticas regionales de ciencia, tecnología e innovación y desarrollo territorial. Retomando la propuesta de las capacidades expuesta por Sen y Nussbaum, el estudio parte de una pregunta no menor: ¿a quién beneficia el conocimiento científico y tecnológico? Esta pregunta se acompaña de dos limitaciones que la autora identifica respecto a los instrumentos interac- tivos de las políticas científicas y tecnológicas donde ubica a los parques tecnocientíficos: 1) están definidos a partir de la racionalidad propia de la modernidad, y 2) dicha racionalidad no considera a las comunidades como un actor relevante en los procesos de producción de conocimientos e innovación. A través de entrevistas semiestructuradas, análisis documental y observación no participante el libro indaga sobre el papel de los parques tecnocientíficos en el desarrollo territorial a partir de su contribución a la generación de capacidades interactivas y redes de conocimiento. La autora encuentra que los dos casos analizados se caracterizan por haberse gestado gracias a las capacidades territoriales existentes. Sin embargo, adolecen de mecanismos de gobernanza que promuevan nuevas capacidades de interacción entre diversos actores regionales. A su vez, las políticas de CTI han des- conocido los procesos de aprendizaje en el territorio, con lo cual se puede decir que, en estos casos, la pregunta planteada inicialmente sigue abierta. Giraldo Palacio, M. E. (2019) Políticas Regionales de Ciencia y Tecnología. Capacidades, redes y desarrollo territorial en dos parques tecnocientíficos de México y Colombia. Centro de Investigaciones en América Latina y el Caribe, UNAM. 414 pág. *Profesor del Departamento de Humanidades y Sistemas Sociales, ENES-Mérida, UNAM.