7 febrero, 2023 0

La siesta de la longevidad en Yucatán

Por: Alessandra Yoselín Solís Pérez* Alrededor de las dos de la tarde los pueblos yucatecos duermen; en sus calles anchas, de casas amarillas con aroma a pan de leña, impera un silencio sepulcral. El pueblo duerme con la promesa de una vida larga, cuya calidad se consagra a las tardes de un sopor inescapable. Los ancianos dicen que así se vive mejor y se vive más, que por eso los puestos de comida se detienen cuando llega la hora y en la noche se reactivan las fiestas populares y la algarabía de los vecindarios se alza con el ímpetu de un huracán. Sin embargo, lo cierto es que no se duerme en cualquier momento del día, se rumora que debe ser cuando el sol está en su punto más alto y la comida, antes servida, descansa en el fondo de una panza hinchada. Se cuelgan las hamacas y ya nadie habla. Es “la siesta de la longevidad” como se nombra en los hogares de Yucatán. Según se explica en el artículo “Bases anatómicas del sueño”, el sueño se define como un estado biológico que es: activo, periódico, en el que se distinguen las etapas NREM y REM, que se alternan sucesivamente durante la noche. Intervienen los relojes biológicos en la modulación del sistema, así como neurotransmisores específicos. Se trata de una red neuronal compleja, en la que intervienen diversas zonas del sistema nervioso central. Los procesos oníricos están controlados además de forma neural. (Velayos et al., 2007: 7) En otras palabras, el sueño se entiende como el momento en el que hay un intercambio en partes distintas del encéfalo y que colocan al individuo en un estado parcial de inmovilidad e inconciencia; se trata de un estado con fases que se alternan continuamente y que implican la presencia de una actividad neuronal innegablemente compleja. La etapa NREM comprende cuatro fases que incluye la somnolencia, el sueño ligero y, finalmente, el sueño profundo; mientras que la etapa de REM o sueño REM, consiste en el “rapid eye movements” (Velayos et al., 2007: 8), lo que se traduce como los movimientos oculares rápidos que se experimentan al dormir, debido a la activación del tronco encefálico. Existe una relación entre el llamado reloj biológico, que se estudia en el artículo referido, y la conocida “siesta de la longevidad”, experimentada colectiva y generacionalmente en el estado de Yucatán: De por sí, el ritmo sueño-vigilia es cada 25-29 horas, según se ha estudiado experimentalmente en voluntarios encerrados en una habitación a la que no llegan las influencias exteriores. Pero la presión del sueño aumenta en torno a las dos de la tarde, lo que explica que sea fisiológico sentir sueño después de comer. La voluntad puede evitar el dormir después de comer. (Velayos et al., 2007: 9) Si bien “la voluntad puede evitar el dormir después de comer”, esta práctica de interés comunal y con la que se advierten procesos de vinculación y relación todavía se realiza en el estado, donde aproximadamente una hora después de comer se descansa, durante un tiempo no muy prolongado, con la intención de recuperar las fuerzas perdidas para continuar con las actividades del día: se recomienda dormir alrededor de 15 a 30 minutos máximo, sobre todo, si después vamos a ejecutar una tarea que demande nuestros procesos cognitivos. […] Después de esta siesta, nos sentiremos refrescados, energizados y realizaremos una gran cantidad de actividades igual que si nos hubiéramos recién levantando por la mañana. (UNAM Global, 2017, párr. 11-12) Lo que, desde luego, tiene repercusiones positivas en la salud de los individuos, como asegura el Dr. Ceña Callejo, ya que “una buena y adecuada cantidad y calidad del sueño nos ayuda a proteger nuestra salud física y mental, proporcionándonos una mejor calidad de vida” (Ceña, 2017: 91). “La siesta de la longevidad” se ve presente con mayor frecuencia en los pueblos del estado, más que propiamente en la ciudad, por lo que a menudo se dice que las tardes donde prepondera un silencio ominoso resultan desanimadas y soporíferas. En sus calles abandonadas rebosan los árboles frutales, se mecen las ramas y los jaimitos terminan estrellados en el pavimento medio roto atrayendo moscas y uno que otro perro despistado, buscando algo de sombra bajo la fronda de un arbusto.  En las tardes febriles de Yucatán se tiene la costumbre de dormir al terminar la comida. Don Atilano, un hombre que murió a los cien años en la cabecera municipal de Tizimín, rodeado de amoroso consuelo y rostros macilentos cuando dejó de mirar, se le vio hasta que la edad lo permitió manejando su bicicleta con un sabucán colgando del manubrio derecho. Mi abuelo fue de esos hombres que todo lo podían, rara vez se enfermaba y olía como el sol.  En aquellos días de sol albaricoque, las gallinas revoloteaban por entre los corrales y un cielo azulón; en ese momento me recostaba en la hamaca junto a mi abuelo con el bochorno de un estío espeso e interminable. Cuando se hizo demasiado mayor para seguir manejando, yo le preguntaba cómo le hizo para vivir tanto y él hablaba entonces de “la siesta de la longevidad”. Duerme en la tarde, decía él, así la vida pesa un poco menos. Bibliografía Ceña Callejo, R. (2017). “Dormir bien para vivir y trabajar mejor”, en Revista de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo, 26(2): 90-91.  UNAM Global (2017) “¿Por qué nos da el ‘mal del puerco’?”. Revisado el 2 de diciembre de 2022, en Fundación UNAM, en: https://cutt.ly/11F6ZzC. Velayos, J. L., Moleres, F. J., Irujo, A. M., Yllanes, D., y Paternain, B. (2007) “Bases anatómicas del sueño”, en Anales del sistema sanitario de Navarra, vol. 30: 7-17. * Alessandra Yoselín Solís Pérez es alumna de la Licenciatura en Literatura Latinoamericana de la Universidad Autónoma de Yucatán.

15 enero, 2023 0

Para hacer sociología las dicotomías no bastan

Por: César Guzmán Tovar* El pasado 8 de diciembre de 2022 la Gaceta de la UNAM publicó la aprobación de la Licenciatura en Sociología Aplicada para la ENES Mérida. Este es un gran logro de un equipo de académicos y académicas que trabajó durante años, en el cual tuve la oportunidad de participar, para que la sociología llegara al sureste del país y acompañar otras disciplinas de las ciencias sociales ya instaladas en la Península como la antropología, la historia y la economía. Este acontecimiento me parece la excusa perfecta para reflexionar la relación entre lo “básico” y lo “aplicado” en las ciencias. El caso, por supuesto, será la sociología. Aunque breves, estas reflexiones pueden ser el punto de partida de discusiones más profundas entre académicos y académicas dentro y fuera de la UNAM. Hace más o menos 170 años surgió la sociología como disciplina científica en Europa. Sus precursores: el francés Auguste Comte (1798-1857) y la inglesa Harriet Martineau (1802-1876)[1]. Mientras que Comte se encauzó en consolidar una teoría enfocada en entender y aceptar la realidad únicamente en los hechos observables que podrían ser reducidos a leyes, Martineau se preocupó por llevar esa teoría al terreno empírico. Así, los etéreos planteamientos teóricos de Comte encontraron asidero en la metodología empírica de Martineau. Es importante señalar que Martineau y Comte plantearon sus propuestas simultáneamente y por separado; esto nos dice que su pensamiento apuntaba a lo mismo (la creación de una nueva ciencia positiva) desde enfoques distintos. El resultado: una sociología concebida desde la teoría y la empiria. Quiero resaltar la conjunción “y” en la frase anterior. Pienso que, desde su nacimiento, el espíritu de la sociología ha expresado esta relación entre teoría y práctica, entre pensar y hacer, entre conceptualizar y aplicar. La sociología es sinónimo de esa conjunción, es amalgama entre el pensamiento y los sentidos. No creo caer en un exceso al decir que la sociología es opuesta al pensamiento moderno que creó la dicotomía entre razón y alma. Ontológicamente, la sociología contiene estos elementos en una relación simbiótica, no dicotómica; y a eso le hemos llamado praxis. Como lo mencioné en otro texto, para hacer sociología el escritorio no basta[2]. Hubo un tiempo en la trayectoria de la disciplina sociológica como profesión en donde se erigió la discusión sobre una sociología teórica o una sociología aplicada. Esa controversia no llevó a ninguna parte porque la sociología se piensa hoy como teórica y aplicada. Algunas personas que se sienten más cómodas haciendo teoría y otras haciendo trabajo empírico, pero es importante no perder de vista que esto se hace siempre desde la base sociológica inherente que he mencionado. Es imposible bifurcar con nuestra comodidad lo que ha emergido ontológicamente inseparable. No hay que olvidar que la escisión entre investigación básica e investigación aplicada tiene una amplia tradición en las ciencias naturales; sin embargo, desde los estudios sociales de la ciencia, creemos que dicha divergencia es artificial porque el conocimiento científico tiene un carácter socio-cognitivo, es decir, surge en una materialidad social a partir de ejercicios creativos del pensamiento. Por otra parte, entendemos la producción de conocimientos desde un modelo helicoidal opuesto al modelo lineal. El helicoide es un continuum que avanza en espiral re-visitando, recogiendo y reformulando sobre lo ya avanzado (se reformulan conceptos y teorías a través del trabajo empírico, y éste a su vez se hace posible gracias a inquietudes teóricas). En ese sentido, todo conocimiento científico es aplicado. Si esto es así, ¿por qué hacer una distinción entre ciencia básica y ciencia aplicada? La respuesta creo que debe buscarse en el entorno económico de las ciencias. Sin duda, las ciencias no son ajenas a las dinámicas económicas y se espera de ellas contribuciones para la comprensión y solución de los problemas que aquejan a las sociedades. Las ciencias se hacen en un contexto capitalista en donde el objetivo es obtener réditos económicos con la financiación (pública o privada) de proyectos. Así, los y las científicas tuvieron que plantear proyectos que suplieran la ilusión de obtener ganancias en un periodo relativamente corto de tiempo en comparación con los proyectos tradicionales a largo plazo. Se definió esto como investigación aplicada. Son, en definitiva, proyectos de investigación formulados a partir de un cronograma acotado. Entonces, la investigación aplicada se asocia a una noción de celeridad de resultados (para obtener ganancias en un futuro próximo), mientras que la investigación básica contiene el imaginario de un tiempo elástico para generar elucubraciones que algún día generarán lucro. La diferencia entre “lo básico” y “lo aplicado” en las ciencias no es más que una construcción temporal mediada por los recursos económicos.  Pero más allá de los proyectos institucionalmente situados, las ciencias tienen sus propias trayectorias. Vuelvo sobre la praxis ontológica de la sociología: puede que las demandas políticas y económicas requieran de la sociología respuestas concretas a problemas públicos y que por ello pensemos en una “sociología aplicada”; pero eso no quiere decir que en la academia deban existir sociólogos y sociólogas aplicadas, por un lado, y sociólogos y sociólogas básicas, por otro lado. Todos y todas somos sociólogas, sin apellido. Menciono todo esto porque considero que para hacer sociología las dicotomías no bastan. Hoy sabemos que separar las nociones de mente y cuerpo, sociedad y naturaleza, subjetividad y objetividad, teoría y práctica no ha dado muchos frutos en los análisis sociológicos porque estas dicotomías distorsionan las realidades que co-producimos.   La fragmentación (entre sociología teórica y sociología aplicada) responde a necesidades institucionales, más que a una realidad epistemológica. Como dijo Fals Borda, la sociología debe ser una ciencia comprometida; y, como dijo, Marx, de lo que se trata es de transformar la realidad. En ese compromiso sociológico por la transformación no caben distinciones entre conceptualización y aplicación, sólo pasión por la praxis.           Notas:    [1] El término “sociología” ya había sido usado por el abate Emmanuel Sièyes en unos manuscritos de 1780, pero son Comte y Martineau quienes delimitan esta nueva palabra como una ciencia con un método de…

8 enero, 2023 3

Hilando historias: crónica de nuestra visita al Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Yucatán

Por: Monserrat Torres Ortiz y Ximena Vianney Ramírez Heredia* Nuestro grupo de la materia de Historia e Historiografía Ambiental de la Licenciatura en Ciencias Ambientales, impartido por la profesora Adi Lazos, hizo una visita al Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Yucatán en el municipio de Conkal el día jueves 29 de septiembre de 2022. Visitamos todo el complejo que consta de la Iglesia San Francisco de Asís, atrás de ella está el exconvento y un edificio más donde pudimos entrar al claustro, al Museo del Arte Sacro y al Archivo Histórico. El primer lugar que visitamos fue la Iglesia. Al llegar a ella nos encontramos con el Mtro. Carlos Mendoza Alonzo (Figura 1), coordinador general del Archivo Histórico, es un historiador, bastante conocedor de la Iglesia y fue la persona que nos dio el recorrido mientras nos relató apasionadamente las historias que contaban cada pared, roca, árbol y obra en este lugar. Lo primero que nos mostró fue la parte de afuera de la Iglesia, una de las cosas más destacables de este punto fue saber que esta Iglesia fue construida con las mismas piedras que una pirámide maya que se encontraba ahí (Figuras 2 y 4). Estas Iglesias fueron construidas con la misma mano de obra de los mayas. El Mtro. Carlos nos explicaba que en Yucatán no había muchos minerales o metales preciosos como en otras partes de lo que hoy es México, pero, que sí había mucha mano de obra que podían explotar, así pues, los mayas construyeron la Iglesia usando las piedras de las antiguas pirámides, uniéndolas con cal y canto. Los canteros eran los encargados de trabajar la construcción y dejaban su esencia plasmada en las rocas y dejaban firmas o sellos como prueba de que estaban ahí, de que ellos habían trabajado ahí (Figura 3). Después, nuestro guía nos habló de que, en el año 2002, el huracán Isidoro azotó el estado de Yucatán, derribando la fachada del lado izquierdo de la Iglesia, el cual fue restaurado posteriormente (Figura 5). Lo interesante es que se logra apreciar la diferencia en los materiales utilizados.  En el lado restaurado se utilizaron piedras más pequeñas, de otra coloración e incluso la manera en la que se acomodó se ve diferente. Ya al interior de la Iglesia, pudimos observar al fondo el retablo cubierto con telas (Figura 6). Esto debido a que fuimos durante la fecha del Santo Patrono San Francisco, se cubre el retablo pues durante la celebración del patrono, no debe haber nadie más importante. En los laterales hay pequeñas capillas dedicadas a otros santos, con el tiempo se mezclaron aspectos de la cultura maya y la iglesia católica, como los bordados de flores utilizado para Jesús en la imagen (Figura 7). El guía mencionó que la Iglesia, es el lugar en el que se hacían los rituales, también antiguamente se realizaba la misa tridentina, la c ual era oficiada por tres personas, en latín y dándole la espalda a los feligreses. Carlos nos llevó a la parte de arriba de la Iglesia (Figura 8), donde pudimos observar las campanas (Figura 9), que nos explicó que tienen una firma porque son donadas por la gente. Además, pudimos observar el paisaje y una parte de la ciudad de Mérida y Conkal, vimos que algunos árboles no estaban tan altos, lo más probable es que hayan sido puestos en ese lugar adrede debido a la distribución y las especies que vimos. Después de pasar a la iglesia, caminamos hacia la parte de atrás para ver el exconvento. Al entrar observamos un jardín muy grande y amplio, nos mencionaron que era con el propósito de poder albergar a mucha gente para adoctrinar y evangelizar a los mayas (Figura 10). Al fondo se observa la Noria (Figura 11), probablemente estaba conectada a un cenote de donde se sacaba agua mediante un sistema de poleas. Al lado de la Noria, se encuentra una puerta “bloqueada” que arriba tiene unos símbolos franciscanos (Figura 12), una cruz y dos leones a los costados (los cuales son símbolo de la corona de los Austria). Esta puerta era la antigua entrada a un cementerio, pues en la época la Iglesia llevaba los controles de las muertes y nacimientos, ahora es una escuela primaria.   Los leones de la puerta parecen más bien unos perros, al igual que el estandarte de león parece más bien un mono (Figura 13); esto es debido a que los mayas fueron obligados a realizar estas obras, sin haber visto antes a un león, las realizaron de acuerdo a las descripciones que les daban los franciscanos.  Algo que nos impresionó mucho fue la Ceiba que está atrás de la Noria, era muy grande a comparación de nosotros, la intentamos abrazar y se necesitaron más de 5 personas para rodearla (Figura 14); probablemente tenga más de 100 años y sea hogar de murciélagos pues tiene una entrada en la parte inferior del tronco en donde había guano.  La visita siguió hacia el interior del edificio en el que se encuentra el Claustro, este lugar era un lugar pacífico que representaba el paraíso, por ende, siempre había árboles frutales, como el naranjo de la foto (Figura 15) y una fuente con agua, esto con la finalidad de describir un poco lo que se le espera a la gente después de la muerte. Cuando terminamos de ver el Claustro nos dirigimos al Museo del Arte Sacro que se encuentra en la parte de arriba del edificio, en este lugar se resguardan obras que se realizaron desde el siglo XVI. Había fotografías del lugar antes de ser restaurado en las cuales observamos que los paisajes nunca están estáticos, siempre son cambiantes y guardan muchísimas historias (Figura 16 y 17).  Una obra en particular llamó nuestra atención, era una pintura que medía lo mismo que la pared, abarcaba mucho espacio y representaba muchas historias. Esta foto es solo un fragmento del mural, representa la presentación del catolicismo y el inicio de la evangelización del…

16 diciembre, 2022 0

Ordenamiento territorial en la Costa Chica, Guerrero

Por: Kenia Alejandra Buenrostro* El Ordenamiento Ecológico Territorial tiene por objetivo la protección de la naturaleza, mediante el uso sustentable de los recursos naturales. Para tal fin integra aspectos naturales, de transformación antropogénica, demográficos y socio-económicos en el territorio. Mediante los programas de ordenamiento ecológico se regula el uso del suelo y las actividades productivas. En este video aprenderemos sobre un caso de ordenamiento territorial en la presa Revolución Mexicana de Costa Chica, Guerrero. *Kenia Alejandra Buenrostro, es alumna de la Licenciatura en Geografía Aplicada de la ENES-Mérida, UNAM. Video realizado para el Curso Planeación y Administración Pública.

16 diciembre, 2022 0

Ordenamiento territorial del Centro Histórico de la Ciudad de México

Por: Iván Jafet Mena* El ordenamiento del territorio es una práctica cada vez más común e institucionalizada como un programa de gobierno. Es un ejercicio técnico-científico y una acción política, que busca promover la mejora de la calidad de vida de los pueblos. También se ha aplicado como una acción correctiva o preventiva a los conflictos surgidos por la creciente presión sobre los entornos naturales y los espacios geográficos. México, como un país centralizado, tiene su núcleo en su capital, la Ciudad de México, y dentro de la misma, está el corazón de la ciudad, el Centro Histórico. En este video ahondaremos desde la perspectiva del ordenamiento territorial, cómo se ha dado el protagonismo del Centro Histórico de la Ciudad de México en los innumerables fenómenos socio-urbanos, políticos, históricos y culturales de nuestro país. *Iván Jafet Mena es alumno de la Licenciatura en Geografía Aplicada de la ENES-Mérida, UNAM. Video realizado para el Curso de Planeación y Administración Pública.

1 diciembre, 2022 2

Los tres destinos

Por: Ximena García Pérez, María Fernanda Ortega González , Sharon Melissa Poot Martínez, Iván Emmanuel Torres Ruíz* Descarga el cuento en PDF En un caluroso y triste lunes, cientos de aves fueron capturadas y colocadas en pequeñas y apretadas jaulas oxidadas dentro de un vehículo donde apenas podía pasar la luz del Sol. Habían aves de distintas especies, con 15 en cada jaula, también, otras que viajaban al interior de cajas de cartón con pequeños orificios en las tapas, impidiéndoles respirar con aquella libertad que gozaron antes de ser capturados, por otra parte, aquellos que tenían un gramo más de suerte, se hallaban en jaulas de muy pequeñas dimensiones para sí mismos. Ese fue el caso de Grat, un joven perico que al igual que otros estaba confundido por el alboroto de las asustadas aves que no sabían qué estaba pasando, entre el tumulto logró distinguir el suspiro derrotado y las quejas de un perico adulto cuya voz era profunda y distintiva que, aunque la visión ahí era limitada para la mayoría de las aves, Grat logró ver que en aquel perico se distinguía una mirada triste, derrotada y sin esperanza, este al sentir la mirada del jóven perico le preguntó secamente:–¿Qué?–Tengo mucho miedo -respondió temeroso y con mirada baja.–¿Cuál es tu nombre?–Me llamó Grat, ¿cuál es su nombre, señor? -respondió temeroso.–Soy el Señor Auropalliata, pero puedes decirme Auro.Grat se sintió poco a poco más asustado y ansioso por el desconocimiento de su destino y el ambiente lúgubre del lugar en el que se encontraba, después de un rato, indeciso le preguntó a Auro:–Disculpe, señor Auro, ¿sabe en dónde estamos? –el perico soltó una risa burlona y sin alma tras escuchar la pregunta.–No lo sé con certeza, pero definitivamente no todos llegamos al mismo destino –respondió e hizo una pausa, al percatarse de la cara cada vez más afligida de Grat continuó– Escucha muchacho, no pretendo asustarte, pero te contaré una historia. Y así, comenzó el relato del Señor Auro:–Tiempo atrás en nuestro bosque, vivía una periquita muy bella, como su nombre, Amazona, sin embargo, todos la conocían como Zona, ella era jóven y vivaz, muy amable, era amiga de casi todos los animales del bosque, pero también era tenaz, valiente y buena recolectora. Zona, solía salir todas las mañanas a dar un vuelo matutino, le encantaba el aire de la mañana y ver como el bosque se despertaba, a menudo volaba con su padre y juntos conseguían semillas al terminar sus paseos. Los días pasaban, lentos y calmados aunque agradables, ambos estaban acostumbrados y eran felices con esa rutina. >>Una mañana fue diferente al resto, Zona y su padre despertaron para su paseo matutino, sin embargo, en cuanto salieron notaron que había algo distinto, el aire se sentía pesado y el bosque estaba extrañamente silencioso, al padre de Zona le pareció bastante inquietante, pues nunca en su vida había visto un bosque sin ruido, por un momento dudó en continuar el paseo y pensó en que sería mejor idea regresar al nido, podrían buscar su alimento por la tarde cuando el bosque recobrara su actividad, sinembargo, esa extraña y particular quietud le pareció hermosa a Zona. Pensó que era un día como ningún otro y que debían explorar los cielos en ese silencio que ella encontraba encantador. –Auro se detuvo y el relato cesó un momento, su mirada parecía perdida y especialmente triste, sin embargo en sus ojos había una pequeña chispa que parecía no ser de tristeza, sino más bien de nostalgia, entonces continuó– Esa era la naturaleza de Zona, incluso en días tristes o extraños, ella lograba ver las cosas con otra perspectiva, felices. Al final, el padre al ver a su hija entusiasmada decidió dejar de lado sus pensamientos y se convenció de que tal vez la edad lo había vuelto paranoico, que incluso probablemente su instinto ya no era tan agudo como en días pasados y que todo estaría bien. >>Continuaron y todo iba con normalidad, realmente la mañana era distinta y si uno lograba olvidar los malos pensamientos, se podían apreciar las cosas tal y como Zona las veía, eso rondaba en la mente de su padre quien se encontraba inmerso en sus pensamientos, y en ese instante volteó al escuchar un fuerte grito, y notó que su hija había desaparecido, miró en todas direcciones, buscando en las ramas de los árboles, ansioso, con sus ojos escaneando los alrededores y antes de entender lo que pasaba y dónde estaba su hija, de forma súbita sintió cómo algo lo tomaba, intentó con desesperación soltarse de aquello que lo detenía sin obtener resultados, cayendo dentro de un objeto frío y metálico, quedó inconsciente y después, al despertar había una inmensa oscuridad en ese lugar desconocido y una vez que su vistalogró acostumbrarse, descubrió que estaba dentro de una jaula con otros pericos, estaba muy asustado, pero todo fue aún peor cuando al voltear notó que su hija también estaba ahí, con más de 20 pericos jóvenes en una jaula más pequeña que la suya, la llamó por su nombre, le gritaba una y otra vez, pero a causa de los fuertes ruidos de las otras aves cautivas, Zona nunca pudo escucharlo. Había caos, todos estaban extremadamente asustados y no dejaban de gritar, no se sabe que pasó pero hubo un movimiento muy fuerte y la jaula donde se encontraba Zona golpeó tan duro que cayó bruscamente junto con otras jaulas, su padre estaba horrorizado y vió cómo otras cajas y jaulas llenas caían sobre la jaula de Zona, terminando así por asfixiarla junto con otras aves, ese fue el momento más horrible de su vida. –Auro suspiró una vez terminada la historia.–Ésta solo es una de las posibilidades del destino que nos podría deparar, no tengo muchas esperanzas, niño, así como yo, deberías entender que el destino que nos espera no puede ser bueno en este lugar. –agregó. Lejos de consolar al jóven Grat lo dejó aún más perturbado al percatarse que se encontraba en…

30 noviembre, 2022 0

El honor de ser Honoris Causa

Por: Xiomara Ancona Diaz* El pasado 17 de noviembre se llevó a cabo la ceremonia solemne de Investidura Doctor Honoris Causa 2022 de la Universidad Autónoma de México (UNAM), en la que el rector Enrique Graue entregó este título a 12 personajes del ámbito científico y cultural acompañado por el H. Consejo Universitario -del cual orgullosamente formo parte-, la Junta de Gobierno, el Claustro de Doctores de la Universidad, el Colegio de Directores de Facultades y Escuelas, y algunos invitados especiales como el ex rector José Narro Robles y miembros del Patronato universitario., La entrega de los doctorados Honoris Causa es toda una experiencia, una celebración al conocimiento donde la universidad revive el orgullo universitario y se viste de gala en esta ceremonia, que se llevó a cabo en el Palacio de Minería en la Ciudad de México. Sin duda, es un recinto precioso: al llegar a la entrada por la calle de Tacuba, el número 5, me impactó, me sentí totalmente pequeña ante aquella gran edificación. Al entrar, me emocioné, me emocionó ver la decoración, escuchar a la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata, pero sobre todo ver a mis compañeros del Consejo: pertenecemos a diferentes centros de la UNAM pero hemos construido una convivencia muy linda porque todas, todos y todes estamos ahí con el mismo fin “impulsar la colaboración y comunicación para la mejora de la vida universitaria”. He de admitir que hasta este momento yo estaba actuando muy formal, hasta que vi entrar, portando su túnica negra, a la filósofa y activista Judith Butler, ahí mi fanatismo explotó y me emocioné como si estuviese en un concierto.  Este semestre, mi quinto semestre en la licenciatura de Desarrollo y Gestión Intercultural, Judith Butler entró a mi vida con su libro “Cuerpos que importan” y me hizo cambiar mi perspectiva del concepto de género, de la performatividad en la que vivimos constantemente respondiendo a una sociedad de binarismos. No sólo su presencia me emocionó, ver que la mitad de las personas a quien se les entregaría el reconocimiento eran mujeres me llenó de orgullo ya que nuestra labor como científicas es cada vez más apreciada. Este reconocimiento se le otorga a quien ha contribuido a mejorar la sociedad a través de la pedagogía, las artes, las letras o las ciencias y las mujeres, aunque en ocasiones no se reconozca, retribuyen de maneras inimaginables a la sociedad.  La ceremonia concluyó con la magnífica Orquesta interpretando el himno de la universidad, pero antes, tras unas breves palabras del rector Enrique Graue, el Palacio de Minería retumbó ante el goya más fuerte que he presenciado. Pensé ¿esto es el orgullo universitario?, ¿existe?, ¿así se siente? llegué a la conclusión de que aunque es un término muy criticado por algunos, el orgullo universitario sí existe y se siente.  No solo en ceremonias extraordinarias como esta se siente cada inicio de clases, cada práctica de campo donde redescubrimos el amor y la pasión por nuestra carrera, cada que aprendemos algo nuevo y lo compartimos. Para saber más. Te estarás preguntando ¿Qué son los Doctorados Honoris Causa?.  De acuerdo con Fundación UNAM, el doctorado Honoris Causa es el reconocimiento más alto otorgado por la máxima casa de estudios a “personajes que han luchado por mejorar la sociedad o que han contribuido al bienestar de una comunidad desde ámbitos como la pedagogía, las artes, las letras y las ciencias”. La UNAM “es un espacio del saber y de la razón, de la libertad de pensamiento y de expresión: es un reservorio de la democracia”, que busca reconocer a quien cumple con dicha labor, es por eso que las y los Doctores Honoris Causa reconocidos fueron:  Un gran logro para la historia de la nuestra universidad fue que este año el nombramiento de los Doctorados Honoris Causa fueron paritarios. La mitad de los 12 nuevos grados concedidos son mujeres que han contribuido al desarrollo de las ciencias y las humanidades. Xiomara Ancona Diaz es alumna de la Licenciatura en Desarrollo y Gestión Intercultural y Consejera Titular de H. Consejo Universitario representando a la ENES Mérida.