Dr. Josep Brugada: “Hay que marcar el ritmo adecuado de lo que es la ciencia”

Dr. Josep Brugada: “Hay que marcar el ritmo adecuado de lo que es la ciencia”

19 mayo, 2025 2
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Por: Houda Bakkali*

En la era de la inteligencia artificial, la comunicación y la divulgación médica se enfrentan a nuevos retos, pero también a nuevas oportunidades. Estamos ante un espacio donde la información circula por múltiples canales y de manera vertiginosa, hecho que exige, cada día más, un abordaje analítico, responsable, profesionalizado y ético.

Sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la divulgación médica, la importancia de la comunicación en salud y del protagonismo que debe tener una educación temprana para fomentar la prevención y los hábitos saludables, nos contesta el Dr. Josep Brugada, uno de los referentes de la cardiología mundial, catedrático de Medicina, consultor sénior del Hospital Clínic de Barcelona y Director de la Unidad de Arritmias Pediátricas del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Reconocido internacionalmente por haber descrito en el año 1992, junto con sus hermanos, la enfermedad causante de la muerte súbita cardiaca que hoy lleva su nombre, el Síndrome de Brugada, es uno de los facultativos pioneros en la aplicación de las técnicas y las tecnologías más avanzadas en el tratamiento y la prevención de patologías cardiacas.

Su labor pedagógica, divulgativa e investigadora se recoge en más de 500 artículos en las revistas científicas de mayor impacto, y cuenta con innumerables premios y reconocimientos que ponen en valor su aportación a la medicina y al debate social sobre la importancia de la educación y la comunicación en salud.

La ciencia es para la sociedad, pero en ocasiones parece lejana a la realidad social. ¿Cómo integrarla en nuestro día a día?

Es muy importante integrar la ciencia en el concepto de sociedad. Es muy importante que la gente entienda lo que es ciencia y lo que es opinión. No puede ser que la gente se informe a través de tertulianos que saben de todo y que son capaces de opinar de todo y, en cambio, cuando un científico intenta comunicar algo muy concreto, se le tache de que es un individuo muy lejano. Es verdad que esa es nuestra responsabilidad como científicos, transcribir adecuadamente la información. Es nuestra responsabilidad no sobrevalorar alguna información que podemos dar simplemente por el hecho de que eso nos va a hacer más famosos o conocidos o importantes.

¿Cómo convertir la ciencia en una moda que no pase de moda?

Hay que marcar el ritmo adecuado de lo que es la ciencia, de cómo la ciencia avanza muy poco a poco. No cada cosa que hacemos va a cambiar la humanidad, ni mucho menos, pero es un pasito más y otro pasito más, y eso es lo que deberíamos ser capaces de transmitir. Y hay que transmitir, también, la pasión por el hecho de ser científico. Que nuestros jóvenes vean en la ciencia algo absolutamente apasionante que puede permitir ir avanzando, ir conociendo, ir descubriendo, muy poquito a poco, nuevas informaciones, pero que todas juntas van a hacer grandes cambios en nuestra sociedad. Lo hemos visto en las últimas décadas en medicina y en cualquier tipo de actividad científica. Hemos visto cómo la capacidad que tenemos hoy en día de generar resultados es brutal por la cantidad de gente brillantísima trabajando en tantísimos ámbitos de la ciencia y eso no deberíamos perderlo; al contrario, deberíamos fomentarlo y deberíamos transmitirlo a las nuevas generaciones para que vean en la ciencia algo muy productivo y muy agradecido desde el punto de vista de la realización personal.

Hace unos años me comentaba en una entrevista que “la comunicación en salud no es algo sencillo”, ¿cómo lo ve hoy con el impacto de la IA y de las redes sociales?

Lo veo como una gran capacidad de llegar a muchísima gente, pero, al mismo tiempo, esa capacidad de llegar puede ser buena o puede ser mala en función de lo que comuniquemos. La inteligencia artificial está bien si la seguimos controlando nosotros y seguimos contrastando que la información que produce es información verídica.
Sobre las redes sociales sabemos que son la gran fuente de noticias falsas, de bulos, etc., y en salud eso puede ser terrorífico. Por tanto, creo que hay una obligación que tenemos todos de hacer nuestro trabajo profesionalmente, eso sin duda, pero al mismo tiempo tener herramientas que permitan verificar y controlar todos los bulos e informaciones falsas que estén circulando. Y eso no solamente viene de gente que está haciendo información falsa, sino también de políticos y responsables. Por ejemplo, lo estamos viendo en el Ministerio de Salud de Estados Unidos con Kennedy y la difusión de información absolutamente y desproporcionadamente falsa, con poca profesionalidad y sin rigor científico, que está circulando libremente por las redes.

Profesionalizar la divulgación y la comunicación médica en tiempos de IA, ¿qué retos considera que tenemos por delante?

En el mismo sentido que la respuesta anterior, tener profesionales absolutamente dedicados, que sepan comunicar y que tengan el rigor científico para comunicar lo que está científicamente probado y demostrado. Y, sobre todo, tener muy claro cómo vamos a controlar todas esas informaciones falsas y cómo comunicar que algunas informaciones no están demostradas científicamente, que pueden ser la opinión de alguien o que pueden ser la desinformación de determinados medios, etc. Pero tener muy presente, desde el punto de vista de los profesionales de la comunicación, todos los mecanismos y cortafuegos para que éticamente se controle toda esa información que las redes sociales permiten con una difusión inmediata y brutal, que puede no ser cierta, no ser verídica y causar muchísimo daño.

En la era de la IA, el acceso a la información hace que pacientes y familiares puedan participar mucho más activamente en la toma de decisiones sobre salud. ¿Qué riesgos puede conllevar este hecho? ¿Y las ventajas?

Que los pacientes y las familias puedan participar de las decisiones médicas es siempre bueno y eso no debe darnos miedo a los médicos ni a los profesionales sanitarios. Por lo general, no debemos tenerle miedo a la información que nosotros podamos aportar, a discutir con los familiares todas las opciones, a que ellos estén informados y lleguen a la consulta con preguntas concretas sobre temas concretos. Eso es bueno. El problema es, nuevamente, luchar contra la desinformación, luchar contra los bulos, luchar contra las preguntas que te hace un familiar porque ha leído no sé qué información sobre no sé qué fármaco y que lo da por cierto. Dentro de nuestra obligación está intentar marcar las pautas de lo que está científicamente probado y lo que no. Pero, conceptualmente, es muy bueno que nuestros pacientes estén informados. Hemos pasado de una medicina totalmente paternalista de hace unas décadas a una medicina absolutamente participativa, donde la gente tiene el derecho y el deber de estar informada, de saber lo que tiene y no delegar todas las decisiones en el médico y en el profesional, sino participar de esas decisiones y tener su propio criterio. Siempre bajo el consejo y la guía del médico, que le va a intentar hacer ver qué hay de cierto y qué hay de bulo en informaciones que haya podido recoger.

¿Cuáles considera que deben ser los pilares de la divulgación en medicina hoy en día?

Yo creo que los pilares de la divulgación en medicina se deben basar en ciencia, ciencia, ciencia. En resultados científicos, conceptos científicos e información absolutamente verídica. Para todo eso tenemos todas las revistas científicas, tenemos todos los controles de dichas revistas. Debemos marchar de la información en tertulias, de tertulianos no suficientemente informados que son capaces de divulgar cualquier cosa, pero sin tener el conocimiento profundo para hacerlo. Y, sobre todo, huir de las redes sociales como fuente de información de hechos científicos. Creo que esa labor debe profesionalizarse. Debe ser de un alto estándar ético todo aquello que comuniquemos, tanto los científicos como los divulgadores científicos.

Comunicar para la prevención y para el diagnóstico precoz en materia de cardiología, ¿qué retos tenemos por delante?

En cardiología, hace muchos años que estamos divulgando e intentando divulgar los criterios de prevención. Todo el mundo sabe que fumar es malo, todo el mundo sabe que hay que hacer un poquito de ejercicio, que no hay que tener sobrepeso, que no hay que comer grasas, que hay que evitar la sal, que hay que controlar el azúcar en las comidas, etc. Son informaciones que se han repetido en los últimos 40 años hasta la saciedad; a pesar de ello, continuamos teniendo ciertos problemas para transmitir la verdadera importancia de todo eso. Todavía hoy en día, a pesar de tantísimos años hablando del tabaco, hay gente que pregunta: “¿Seguro que fumar es malo? Uno que fumaba vivió 95 años”. Utilizan la anécdota para hacer la norma. Cuando, evidentemente, la información científica de la que disponemos es tan abrumadora que no debería haber ninguna duda. ¿Cuáles son nuestros retos? Yo creo que el reto principal es que nuestros jóvenes salgan de la escuela con una formación básica en todos los conceptos de salud. Que sea algo absolutamente fundamental en su aprendizaje como personas y que sea algo profundo, de gran calado en la sociedad. Que no tenga discusión posible. Que se enseñe como un principio básico del ser humano y que esas medidas básicas de prevención en salud sean algo tan, tan profundo que nadie se atreva a discutirlas. Yo creo que por ahí van los grandes retos. Que nuestros jóvenes tengan esa información como algo básico en su aprendizaje, porque ya hemos visto que cuando uno intenta esa labor en una población más adulta, solo lo consigue en aquellos casos que han tenido un problema, que se arrepienten…, pero no lo toman como un concepto básico ni una forma de actuar.


*Houda Bakkali es una artista visual hispano-marroquí reconocida por su trabajo en arte digital y experiencias inmersivas. Además, participa en proyectos educativos y de innovación como conferencista en espacios como la Comisión Europea y la Alianza Francesa, promoviendo el acceso universal al arte digital. https://houdabakkali.net/