¿Cómo podemos medir la calidad y salud de un cuerpo de agua?
21 octubre, 2024Por: Itzia Damara Rosas Torres*
Para identificar si un cuerpo de agua, como un lago, laguna o estuario, se encuentran en buen estado, es necesario considerar variables como temperatura, salinidad, pH, turbidez; entre otras. Dichas variables las nombramos parámetros fisicoquímicos.
Algunos de estos parámetros son:
- Temperatura: afecta la actividad biológica, presencia de oxígeno y procesos como sedimentación y filtración del agua.
- Salinidad: relacionado con la distribución de especies y equilibrio osmótico de organismos.
- pH: determina si el estado del agua es ácida o alcalina, influyendo en la disponibilidad de nutrientes.
- Turbidez: vinculada con la entrada de luz en el agua, que puede afectar procesos como fotosíntesis. Además, puede estar relacionada con la cantidad de sólidos suspendidos o disueltos.
Estos nos permiten evaluar su calidad, además su análisis suele ser más rápido y frecuente, facilitando el monitoreo continuo. Asimismo, nos ayuda a comprender el comportamiento de un cuerpo de agua y qué factores lo pueden estar afectando, ya sea por causas naturales o por actividades humanas, como la contaminación industrial o agrícola.
Ejemplo práctico: Medición en el manglar de Dzilam de Bravo
En la carrera de Ciencias de la Tierra en la ENES Mérida, los(as) estudiantes miden estos parámetros in situ, es decir, directamente del cuerpo de agua, para comprender mejor las características del lugar y tener una idea clara de cómo cambian estos parámetros a lo largo del tiempo. Un ejemplo de esto resalta en una reciente práctica de campo en un manglar en restauración de Dzilam de Bravo, Yucatán. Se tomaron muestras de agua en diferentes transectos, y con ayuda de dispositivos como el refractómetro y potenciómetro, se midió la salinidad, pH, temperatura y conductividad, tanto en agua superficial como en el agua intersticial (la que está entre los sedimentos).
Estas mediciones nos permiten comparar cambios en las características del agua de zonas restauradas y no restauradas. Por ejemplo, si la salinidad del agua se encontrara fuera de los rangos de tolerancia de ciertas especies, los manglares pueden sufrir un estrés fisiológico y limitará su crecimiento y distribución.
Importancia del monitoreo continuo
Monitorear continuamente estos parámetros es esencial para crear acciones de restauración y conservación en el futuro, ayudando a proteger los ecosistemas acuáticos y asegurar que sigan siendo zonas saludables para la vida que los habita.
Al comprender la importancia de los parámetros fisicoquímicos y su relación con la salud de los ecosistemas, nos ayuda a enfrentar retos ambientales actuales y proteger recursos hídricos para las generaciones futuras.
* Estudiante de la licenciatura en Ciencias de la Tierra, de intercambio en la ENES Mérida.