Hilando historias: crónica de nuestra visita al Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Yucatán

Hilando historias: crónica de nuestra visita al Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Yucatán

8 enero, 2023 3
Facebook
Twitter
Whatsapp

Por: Monserrat Torres Ortiz y Ximena Vianney Ramírez Heredia*

Nuestro grupo de la materia de Historia e Historiografía Ambiental de la Licenciatura en Ciencias Ambientales, impartido por la profesora Adi Lazos, hizo una visita al Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Yucatán en el municipio de Conkal el día jueves 29 de septiembre de 2022. Visitamos todo el complejo que consta de la Iglesia San Francisco de Asís, atrás de ella está el exconvento y un edificio más donde pudimos entrar al claustro, al Museo del Arte Sacro y al Archivo Histórico.

El primer lugar que visitamos fue la Iglesia. Al llegar a ella nos encontramos con el Mtro. Carlos Mendoza Alonzo (Figura 1), coordinador general del Archivo Histórico, es un historiador, bastante conocedor de la Iglesia y fue la persona que nos dio el recorrido mientras nos relató apasionadamente las historias que contaban cada pared, roca, árbol y obra en este lugar.

Figura 1. Mtro. Carlos Mendoza en el patio del claustro.
Foto: Demian Díaz.

Lo primero que nos mostró fue la parte de afuera de la Iglesia, una de las cosas más destacables de este punto fue saber que esta Iglesia fue construida con las mismas piedras que una pirámide maya que se encontraba ahí (Figuras 2 y 4). Estas Iglesias fueron construidas con la misma mano de obra de los mayas. El Mtro. Carlos nos explicaba que en Yucatán no había muchos minerales o metales preciosos como en otras partes de lo que hoy es México, pero, que sí había mucha mano de obra que podían explotar, así pues, los mayas construyeron la Iglesia usando las piedras de las antiguas pirámides, uniéndolas con cal y canto. Los canteros eran los encargados de trabajar la construcción y dejaban su esencia plasmada en las rocas y dejaban firmas o sellos como prueba de que estaban ahí, de que ellos habían trabajado ahí (Figura 3).

Después, nuestro guía nos habló de que, en el año 2002, el huracán Isidoro azotó el estado de Yucatán, derribando la fachada del lado izquierdo de la Iglesia, el cual fue restaurado posteriormente (Figura 5). Lo interesante es que se logra apreciar la diferencia en los materiales utilizados.  En el lado restaurado se utilizaron piedras más pequeñas, de otra coloración e incluso la manera en la que se acomodó se ve diferente.

Figura 5. Parte de arriba de la Iglesia que se dañó durante el Huracán Isidoro y fue reemplazado después. Foto: Ximena Ramírez.

Ya al interior de la Iglesia, pudimos observar al fondo el retablo cubierto con telas (Figura 6). Esto debido a que fuimos durante la fecha del Santo Patrono San Francisco, se cubre el retablo pues durante la celebración del patrono, no debe haber nadie más importante. En los laterales hay pequeñas capillas dedicadas a otros santos, con el tiempo se mezclaron aspectos de la cultura maya y la iglesia católica, como los bordados de flores utilizado para Jesús en la imagen (Figura 7).

El guía mencionó que la Iglesia, es el lugar en el que se hacían los rituales, también antiguamente se realizaba la misa tridentina, la c ual era oficiada por tres personas, en latín y dándole la espalda a los feligreses.

Carlos nos llevó a la parte de arriba de la Iglesia (Figura 8), donde pudimos observar las campanas (Figura 9), que nos explicó que tienen una firma porque son donadas por la gente. Además, pudimos observar el paisaje y una parte de la ciudad de Mérida y Conkal, vimos que algunos árboles no estaban tan altos, lo más probable es que hayan sido puestos en ese lugar adrede debido a la distribución y las especies que vimos. Después de pasar a la iglesia, caminamos hacia la parte de atrás para ver el exconvento. Al entrar observamos un jardín muy grande y amplio, nos mencionaron que era con el propósito de poder albergar a mucha gente para adoctrinar y evangelizar a los mayas (Figura 10).

Al fondo se observa la Noria (Figura 11), probablemente estaba conectada a un cenote de donde se sacaba agua mediante un sistema de poleas. Al lado de la Noria, se encuentra una puerta “bloqueada” que arriba tiene unos símbolos franciscanos (Figura 12), una cruz y dos leones a los costados (los cuales son símbolo de la corona de los Austria).

Esta puerta era la antigua entrada a un cementerio, pues en la época la Iglesia llevaba los controles de las muertes y nacimientos, ahora es una escuela primaria.  

Los leones de la puerta parecen más bien unos perros, al igual que el estandarte de león parece más bien un mono (Figura 13); esto es debido a que los mayas fueron obligados a realizar estas obras, sin haber visto antes a un león, las realizaron de acuerdo a las descripciones que les daban los franciscanos.

Figura 13. Estandarte de león tallado en madera por los mayas. Foto: Monserrat Torres

 Algo que nos impresionó mucho fue la Ceiba que está atrás de la Noria, era muy grande a comparación de nosotros, la intentamos abrazar y se necesitaron más de 5 personas para rodearla (Figura 14); probablemente tenga más de 100 años y sea hogar de murciélagos pues tiene una entrada en la parte inferior del tronco en donde había guano.

 La visita siguió hacia el interior del edificio en el que se encuentra el Claustro, este lugar era un lugar pacífico que representaba el paraíso, por ende, siempre había árboles frutales, como el naranjo de la foto (Figura 15) y una fuente con agua, esto con la finalidad de describir un poco lo que se le espera a la gente después de la muerte.

Cuando terminamos de ver el Claustro nos dirigimos al Museo del Arte Sacro que se encuentra en la parte de arriba del edificio, en este lugar se resguardan obras que se realizaron desde el siglo XVI. Había fotografías del lugar antes de ser restaurado en las cuales observamos que los paisajes nunca están estáticos, siempre son cambiantes y guardan muchísimas historias (Figura 16 y 17).

 Una obra en particular llamó nuestra atención, era una pintura que medía lo mismo que la pared, abarcaba mucho espacio y representaba muchas historias. Esta foto es solo un fragmento del mural, representa la presentación del catolicismo y el inicio de la evangelización del pueblo maya en nombre de los conquistadores españoles (Figura 18). Es una pintura que transmite bastantes emociones que pudieran no ser gratas, sin embargo, también nos permite ver el paisaje, las vestimentas y la arquitectura de aquella época; también incluye un autorretrato del autor.

Figura 18. Fragmento de mural La adoración de la Santa Cruz de Matías A. Saldaña (1941).
Foto: Amairani Antonio Paz

Finalmente, tuvimos la oportunidad de visitar el Archivo Histórico, nos explicaron que ahí estaban registros, desde actas de nacimiento, cartas de navegantes, crónicas y hasta libros enteros (Figura 19). Nos mostraron un poco sobre cómo existe personal especializado en leer estos escritos, ya que en esa época no existían como tal las reglas ortográficas, así que cada escritor le ponía su propio toque personal (Figura 20). Las abreviaciones también eran un problema porque iban cambiando dependiendo de la época y el lugar, así que se necesita descifrar qué es lo que el escribano quería decir, esto se llama paleografía.

La última parada que realizamos fue al interior de los laboratorios de restauración de archivos (Figura 21 y 22). Ahí las laboratoristas nos explicaron que las hojas sufren daños por las tintas e incluso algunos insectos, como las polillas, se comen las hojas formando galerías (Figura 23), impidiendo que algunas palabras sean legibles. Sin embargo, para las especialistas nada es imposible, y generalmente logran restaurar las hojas y ponerlas en las cajas para que la personas puedan leerlas sin inconvenientes.

 La historia siempre es muy compleja, como un rompecabezas, nunca tiene una verdad absoluta, pero siempre nos podemos acercar a lo que sea más certero si unimos las piezas que tenemos. Y es que hay muchas cosas que damos por hecho, como la Iglesia, la vemos y a veces no pensamos en porque está ahí, quién la construyó, o cómo lo hicieron. Existen tantas historias que no hemos escuchado, pero que se están contando, incluso en un espacio relativamente pequeño como el que visitamos.

Es un reto poner los pies en un lugar y pensar en todo lo que ha sucedido en él, porque ningún lugar está exento de una historia. Como en este recorrido, al principio solo veíamos una iglesia, nada particular. No obstante, ahora que sabemos un poco más, es preciso ponernos a pensar en cómo está construida, pues fue pensada de tal manera que se aprovechara lo que ya era sagrado, como las pirámides. No sólo se construyó ahí por azar, sino que tiene un sentido de ejercer poder y dominación para imponer un nuevo sistema. Muchos seres coexistieron, coexisten y coexistirán en este lugar, nosotras solo contamos una pequeña parte de nuestra historia.

Agradecemos a nuestras compañeras y compañeros que compartieron sus fotografías de la visita para ilustrar esta crónica.


* Ximena Vianney Ramírez Heredia y Monserrat Torres Ortiz, son alumnas de la Licenciatura en Ciencias Ambientales de la ENES-Mérida