En el blog

23 abril, 2025 2

Otras formas de hacer ciencia son posibles: aprendizajes en un proyecto de ciencia ciudadana

Por: Wendy Alejandra Reyna Sánchez, Arely A. Paredes Chi, María del Carmen Galindo de Santiago...

22 abril, 2025 0

Discurso: un concepto útil para pensar que la guerra no solo se libra en el campo de batalla

Por: Ana Silvia Canto Reyes* Dependiendo de dónde vivas, del círculo social en el que te muevas y del tipo...

11 febrero, 2025 0

“Not The Science Type”: las mujeres en la ciencia pueden cambiar al mundo

Por: Arlen Sánchez* ​​Dirigido por Julio Palacio, Not The Science Type es una serie documental que presenta la historia de...

11 febrero, 2025 0

La música en lo social y lo social en la música

Por: Diana Marcela Corredor Palacios* La primera persona que analizó la relación entre música y sociedad en la sociología fue...

10 febrero, 2025 0

La ENES Mérida-UNAM reafirma su compromiso con la equidad en la ciencia a través de programas de mentoría para niñas y jóvenes de la región

Mérida, Yucatán, 10 de febrero de 2025. En el marco del Día Internacional de la Niña, la Joven y la...

3 febrero, 2025 0

Ecocuento: La caza de las mariposas

Por: Sebastián Medina Reyes*** Introducción El campo representa un momento maravilloso por muchas cosas. No obstante, el contacto con la...

31 enero, 2025 0

Tejiendo Saberes: Experiencias en Proyectos Socioambientales de Redes Horizontales de Conocimiento

Por: Angélica Hernández Pitalúa* El pasado 27 de noviembre, el Seminario Permanente Tecnociencia, Ambiente y Sociedad cerró el semestre con...


23 abril, 2025 2

Otras formas de hacer ciencia son posibles: aprendizajes en un proyecto de ciencia ciudadana

Por: Wendy Alejandra Reyna Sánchez, Arely A. Paredes Chi, María del Carmen Galindo de Santiago ¿Te has preguntado cómo abordar la complejidad de los desafíos socioambientales desde una ciencia inclusiva y participativa? Esta reseña tiene como propósito presentar los resultados y aprendizajes educativos del proyecto “Ciencia en Acción: ciudadanos navegando en el arribazón”, como  referente de colaboración local e internacional para afrontar desafíos derivados de la crisis climática, desde un enfoque de ciencia ciudadana marino-costera. ¿Qué es la Ciencia Ciudadana? En las últimas décadas la crisis socioambiental global ha puesto en evidencia la necesidad de replantear el paradigma tradicional de generación del conocimiento científico, y de transitar hacia enfoques interdisciplinarios, inclusivos y colaborativos, que conduzcan hacia la configuración de una ciencia más plural en respuesta a los desafíos y riesgos globales actuales.  En este contexto, el enfoque de Ciencia Ciudadana (CC) ha tomado gran relevancia, puesto que fomenta la participación voluntaria de la comunidad en procesos colaborativos de investigaciones científicas de relevancia socioambiental. Los grupos de trabajo en los proyectos de CC, generalmente están conformados por personas provenientes de diferentes disciplinas científicas y/o sociales-humanísticas, así como por personas participantes voluntarias que pueden provenir de diferentes profesiones y oficios, no necesariamente con una formación científica previa. Existen diferentes modelos de participación de acuerdo a las características del proyecto de CC, en algunos casos las personas voluntarias se involucran en la recolección de datos para contribuir en investigaciones guiadas por científicas/os, en otros casos la participación incluye la intervención en la fase del diseño del proyecto, formulación de preguntas de investigación, análisis de datos, entre otros aspectos.  Este tipo de enfoques ha resultado útil en proyectos de gestión ambiental, ya que ha  permitido ampliar bases de datos para entender  determinados fenómenos, dando una perspectiva más amplia e informada de los procesos. La CC también contribuye a la enseñanza de las ciencias desde modelos más accesibles, basados en experiencias situadas y prácticas, promoviendo un mayor aprendizaje y comprensión de la ciencia por parte de las personas participantes. El proyecto “Ciencia en Acción”  Un ejemplo de CC es el proyecto Big Seaweed Search México (BSS-Mx), también conocido como “Ciencia en Acción: ciudadanos navegando el arribazón”. Se trata de un proyecto de CC marino-costera, adaptado al contexto sociocultural de México e implementado del 2021 al 2023 en la Península de Yucatán. Contó con la participación de jóvenes locales y científicas/os en el monitoreo y análisis de los arribazones masivos de macroalgas en las playas de Sisal en Yucatán y Puerto Morelos en Quintana Roo. En dicho proyecto, a lo largo de las tres etapas de implementación, participaron un total de 112 voluntarios (principalmente jóvenes entre 11 y 19 años) de ambas regiones (Sisal y Puerto Morelos), en colaboración con científicas de la UNAM y del Museo de Historia Natural de Londres y la Universidad de Greenwich. También participaron estudiantes de las ENES-Mérida y la Universidad Autónoma Chapingo.  Este proyecto fue una adaptación del programa de CC: The Big Seaweed Search creado en Inglaterra.  El proyecto “Ciencia en Acción” tuvo como objetivo, el monitoreo de los arribazones de macroalgas presentes en la orilla de las playas de Sisal y Puerto Morelos, para conocer la variación espacio-temporal de especies y de su abundancia relativa, así como la variación de la biomasa (materia orgánica vegetal) que arribó en ambas zonas de estudio. Esta  información es clave en la investigación científica y para el establecimiento de políticas de gestión y manejo ambiental, así como el posible aprovechamiento de la biomasa (materia orgánica), por ejemplo para la fabricación de biofertilizantes, materiales de bioconstrucción, consumo humano y animal, entre otros posibles usos. Los monitoreos se implementaron a lo largo de 10 meses en ambas regiones durante tres temporadas climáticas (secas, lluvias y nortes), cada temporada contó con un taller introductorio durante la primera semana de implementación, seguido de monitoreos mensuales en campo. Durante estos talleres las y los participantes aprendieron sobre las macroalgas marinas, su importancia ecosistémica y sus diferentes usos. Para realizar los monitoreos se elaboraron guías específicas para cada región, que fueron presentados durante los talleres para la enseñanza de las diferentes técnicas de recolección e identificación de especies de macroalgas. También se utilizaron diversas herramientas y materiales pedagógicos como: material audiovisual, muestras de algas frescas y herborizadas, juegos didácticos y guías de investigación.  Resultados y aprendizajes educativos del programa “Ciencia en Acción: ciudadanos navegando el arribazón” Como parte del programa se desarrolló una investigación educativa sobre los aprendizajes y habilidades adquiridas por las y los 18 jóvenes (9 en Sisal y 9 en Puerto Morelos) que participaron en la primera etapa de implementación del proyecto (marzo a julio 2022) Vázquez-Delfín, et. al (2024). Este estudio de caso fue publicado en la revista Enseñanza de las ciencias como «No todo es sargazo»: Aprendizajes en un proyecto de ciencia ciudadana marino-costera.  En dicho estudio se analizó  el potencial de la CC para el aprendizaje científico ambiental. La investigación partió de las siguientes preguntas: 1.¿Qué aprendizajes sobre las macroalgas, sus servicios ecosistémicos y sus usos adquirieron las y los jóvenes participantes?, 2.¿Qué aprendizajes y habilidades sobre el trabajo científico para el estudio de los arribazones adquirieron las y los jóvenes participantes? y 3.¿Cuál es el potencial transformador del proyecto para la alfabetización científica y ambiental a nivel comunitario local?  La recopilación de datos cualitativos se realizó mediante la aplicación de un cuestionario previo al taller de capacitación y de una entrevista semiestructurada a quienes participaron en, al menos, tres monitoreos, con el objetivo de analizar los conocimientos y actitudes previas, así como las evidencias de los conocimientos y habilidades científicas adquiridas. Se contó con una guía de análisis para la interpretación de los datos cualitativos, entre otros instrumentos previamente revisados por expertos en CC e investigadores educativos de LEARN CitSci.   Los resultados permitieron identificar cambios importantes: la ciudadanía participante mostró más entusiasmo e interés por la ciencia y  adquirió habilidades científicas para el estudio de las macroalgas derivado del conocimiento y uso de las guías para el trabajo de campo,…

22 abril, 2025 0

Discurso: un concepto útil para pensar que la guerra no solo se libra en el campo de batalla

Por: Ana Silvia Canto Reyes* Dependiendo de dónde vivas, del círculo social en el que te muevas y del tipo de medios de comunicación que utilices para informarte, es más o menos probable que hayas estado en contacto con términos tan variados como “guerra”, “genocidio” o “terrorismo” en lo referente a la situación actual entre Israel y Palestina. Esta diferencia en la caracterización de un mismo fenómeno por parte de distintos medios de comunicación o líderes políticos no es casual ni mucho menos neutral, y responde a lo que desde las Ciencias Sociales y las Humanidades entendemos con el concepto de discurso. Cuando hablamos de discurso no nos referimos exactamente a aquel solemne mensaje que ante su audiencia da quien ha recibido un Premio Nobel o un Óscar (speech, en inglés), sino a un conjunto de prácticas simbólicas que estructuran la forma en la que construimos la realidad social. Con algunas variaciones entre enfoques, podríamos pensar en el discurso como un patrón de significados que moldea la manera en la que las personas interpretan el mundo y actúan en él. Ahora bien, los discursos adquieren relevancia como objetos de estudio de las Ciencias Sociales en la medida en que pueden contribuir –y con frecuencia lo hacen– a mantener estructuras de poder y legitimar sus injusticias. Para Foucault, de hecho, los discursos son una tecnología al servicio de grupos dominantes para regular el conocimiento y las subjetividades de los dominados y, con ello, configurar la percepción colectiva de la realidad (Foucault, 1973). Pero lo interesante de los discursos dominantes es que logran que la aceptación de las desigualdades que conllevan se dé de forma voluntaria. Y esta es una idea clave en el pensamiento de Gramsci: al contribuir a la construcción del consenso social, los discursos tienen la capacidad de que ciertos sistemas de poder se mantengan y perpetúen sin necesidad de coerción directa (Gramsci, 1970). Para aterrizar estas ideas, pensemos en la siguiente escena, propia de los medios de comunicación y relativamente común en sociedades contemporáneas: protestas de grupos marginados son descritas como actos de vandalismo, mientras que movilizaciones de sectores privilegiados se presentan como legítimas expresiones de preocupación ciudadana. El resultado con frecuencia es que sean las mismas personas en situaciones desfavorecidas quienes desaprueben y condenen demandas de las que ellas mismas podrían verse beneficiadas, al mismo tiempo que se suman a causas que atentan contra sus propios intereses. Los ejemplos sobran. Pero el vehículo con el que los discursos consiguen estructurar narrativas –y, para el caso que nos ocupa, naturalizar ideologías que favorecen intereses específicos– es nada menos que el lenguaje. Por lo tanto, los discursos son también legítimos objetos de estudio para los científicos del lenguaje, es decir, para los lingüistas. Por ejemplo, Halliday, lingüista británico reconocido por haber desarrollado la Lingüística Sistémico-Funcional (LSF), afirmaba que la ideología se materializa en el discurso a través del lenguaje. Así, este no es solamente un conjunto de reglas formales que nos permiten describir la realidad, sino, sobre todo, un sistema de recursos mediante el cual se construyen y negocian significados en la vida social (Halliday, 2017). Esta visión sociosemiótica del lenguaje es también la que nos permite comprender que las estructuras lingüísticas participan activamente en la legitimación de ciertas identidades sobre otras. Este es, de hecho, uno de los argumentos más sólidos a favor del lenguaje incluyente por encima del masculino genérico y otras formas no incluyentes. Se trata de un debate actual y ampliamente conocido –incluso, entre no especialistas– que, más allá de centrarse en cuestiones meramente gramaticales, implica reconocer cómo las elecciones lingüísticas contribuyen a visibilizar o invisibilizar sujetos dentro del entramado discursivo de una sociedad. Un ejemplo más de cómo la ideología se materializa en el lenguaje a través del discurso forma parte de mi trabajo de investigación sobre los discursos asociados a la publicación como elemento legitimador de la práctica académica, realizado en el marco del Análisis Crítico del Discurso. Empleando métodos propios de la LSF, describí cómo la lógica de la productividad y el mérito individual, propias de la ideología neoliberal, permean las representaciones que investigadoras e investigadores de distintas áreas disciplinares y estados del país hacen de su propio trabajo. Esto se hace evidente, por ejemplo, cuando emplean el verbo “produje” en lugar de “publiqué”, o cuando se refieren al diálogo especializado que se da a través de una publicación usando términos como impacto o citación, conceptos cuantificables, comunes en la jerga empleada por los sistemas de evaluación con base en indicadores de productividad. Lo interesante de este tipo de representaciones es que son recurrentes incluso entre quienes asumen una actitud crítica ante el sistema o entre quienes manifiestan no dar importancia a este tipo de evaluaciones. Llegado este punto, podríamos detenernos a recapitular sobre un par de cabos que pueden haber quedado sueltos. Primero, el discurso no es ideología en sí mismo, pero actúa como su mediador. Las ideologías, por su parte, no son algo que se vea directamente, sino que están implícitas en las prácticas sociales y culturales, pero que necesitan del discurso para materializarse, para transmitirse y reproducirse en la sociedad. Así, los discursos dominantes pueden hacer que ciertas ideologías parezcan naturales o de sentido común. Por ejemplo, la frase “el que quiere, puede” refuerza la ideología meritocrática sin que necesariamente se perciba como una construcción ideológica. Segundo, el lenguaje (esto es, un sistema organizado de palabras y otros signos no verbales) es la materia prima con la que se construyen los significados, pero tampoco es discurso en sí mismo: es la forma en la que se articulan estas palabras lo que da lugar a los discursos. Por ejemplo, palabras como libertad, democracia o progreso existen como signos lingüísticos, pero su significado específico depende del contexto discursivo en el que se usen, mismo que puede alinearse con ideologías distintas, incluso antagónicas. Visto así, los signos lingüísticos son una buena forma de operacionalizar conceptos abstractos en la investigación. Regresando al tema planteado al inicio de este texto, hace algunas décadas,…

11 febrero, 2025 0

“Not The Science Type”: las mujeres en la ciencia pueden cambiar al mundo

Por: Arlen Sánchez* ​​Dirigido por Julio Palacio, Not The Science Type es una serie documental que presenta la historia de cuatro científicas: Gitanjali Rao, Dra. Ciara Sivels, Dra. Jessica Taaffe y la Dr. Jayshree Seth; quienes a medida que alcanzan prominencia en campos como la microbiología y la ingeniería nuclear, desafían estereotipos y confrontan la discriminación de género de raza y edad. A través de las historias de vida de cada una de las mujeres protagonistas, seremos espectadores de los diferentes caminos que han tomado para llegar a ser importantes científicas. Ellas nos comparten sus experiencias y los retos a los que se han enfrentado, incluídas la discriminación por sexo, raza y clase social, en un ambiente dominado en su mayoría por hombres. “Not the Science Type” se creó para iniciar una conversación sobre los problemas de equidad e inclusión que existen con relación al estudio de las disciplinas científicas. Podemos afirmar que tanto niñas como mujeres continúan enfrentando obstáculos debido a su género, y por tal motivo, debemos actuar como sociedad, y realizar esfuerzos mayúsculos para mitigar esta terrible brecha”, comentó José Varela, director general de 3M México. “Not The Science Type” busca transmitir un mensaje de inspiración a las próximas generaciones de mujeres y niñas científicas, quienes pueden fácilmente identificarse con alguna de las científicas del documental. Esta pieza audiovisual se centra en nombrar las diferencias, ya sea en personalidad y habilidades, hasta diferencias de raza o clase, para que podamos verlas como impulso y motivación de lograr algo, en vez de verlas como una limitante. Si ellas pudieron, nosotras también. Contenidos como este en definitiva deben ser más promocionados y estar más al alcance, por lo que si estás buscando algo de inspiración o simplemente quieres ampliar tus conocimientos en el mundo de la ciencia hecha por mujeres, este documental es una pieza infalible para ello. Promover historias de mujeres en la ciencia, permite que podamos conocer referentes con quienes podamos identificarnos y que impulsen y motiven a las niñas, adolescentes y mujeres a seguir desarrollando sus caminos científicos, haciendo una ciencia sin prejuicios ni estereotipos de género, que tenga aportes valiosos para afrontar las problemáticas que se presenten y que demuestren que las mujeres en la ciencia pueden cambiar al mundo. Puedes ver la versión subtitulada de Not The Science Type a través de YouTube, ¡No te la pierdas!  Arlen Sánchez* es egresada de la Licenciatura en Comunicación y Periodismo de la FES Aragón, UNAM.

11 febrero, 2025 0

La música en lo social y lo social en la música

Por: Diana Marcela Corredor Palacios* La primera persona que analizó la relación entre música y sociedad en la sociología fue Harriet Martineu (1802-1876), para ella “las canciones populares son a la vez causa y consecuencia de los valores morales generales: primero los forman y luego reaccionan a ellos”. (Martineu, 2022, p. 136).  Max Weber (1864-1920) en su texto Los fundamentos racionales y sociológicos de la música (2015), analiza el proceso de desarrollo de la música y su relación con la sociedad occidental. Para esto, comienza su exposición afirmando que la música como arte autónomo requirió en su proceso de desarrollo de por lo menos dos avances: el primero, la invención de la escritura musical que permitió la composición, la transmisión y su ejecución repetida; el segundo, la construcción de instrumentos siguiendo los parámetros de la música armónica por acordes.  Ese sistema racional de la música, según Weber, hace la diferencia entre las manifestaciones y estilos musicales entre oriente y occidente y, dentro de las diferentes etnias y comunidades que hacen parte del mismo occidente. No se podría hablar de una sola música sino de diferentes estilos musicales que se generan en contextos sociales y culturales particulares. En 1881 George Simmel (1858-1918) presentó su primera tesis doctoral denominada Estudios psicológicos y etnológicos sobre música (2003) y fue reprobado por el tribunal académico. Ha pasado casi un siglo y medio y aún nos  dicen que si queremos investigar la música desde áreas como la sociología es mejor que nos vayamos a la facultad de música. Pero ¿por qué seguimos siendo tercos y tercas en estudiar la música desde las Ciencias Sociales? Pues como lo mencionó Simmel, la música es una manifestación de las relaciones sociales… y adivinen qué estudiamos en la sociología. Para Simmel, desde la música se puede analizar el desarrollo de un pueblo, una nación, ya que por medio de ésta se “exteriorizan” los diferentes elementos constitutivos de las culturas.  Un texto interesante en el campo de la sociología de la música es el escrito por Norbert Elías (1897-1990) llamado Mozart: sociología de un genio, el cual analiza la relación entre el desarrollo y consolidación de un artista y el entramado social del que forma parte. En este libro Elias no solamente hace uso de la sociología sino también de la historia con el fin de reconstruir la biografía de Mozart dentro de la estructura de la sociedad cortesana.  Howard Becker (1928-2023) analiza los mundos del arte en los cuales identifica, desde la microsociología, las redes y las interacciones que se dan en los procesos creativos. Su texto más importante es El jazz en acción. La dinámica de los músicos sobre el escenario, escrito junto con Robert Faulkner (2015) en el cual analizan los procesos sociales que están detrás de las interacciones de los músicos de jazz.  Simón Frith (1946-actualidad) ha investigado la industria musical y los ciclos de producción en la industria discográfica. Las expresiones culturales y más aún las musicales permiten identificar la existencia y relacionamiento de grupos sociales. Analizó géneros musicales como el pop y el rock y se preguntó sobre la autenticidad no solo en estos sino en todo el conjunto de la música popular.  Antoine Hennion (1952-actualidad) ha planteado en la sociología de la música el concepto de mediación, a partir de la teoría del actor-red desarrollada por Bruno Latour, entre otros. La mediación entre lo humano y lo no humano constituye a la música como una fuerza social, haciendo énfasis en la importancia de lo que la gente hace y cómo lo hace. Al igual que Simmel, las emociones y la afectividad se vuelven necesarias en el análisis de la sociología de la música.  Otra de las sociólogas más representativas, más no la única, en el campo de la sociología de la música es Tia DeNora (1958-actualidad). Uno de sus textos más importantes es Music in everyday life (2000) en el cual identifica a la música como un elemento constitutivo de la vida social. Propone una sociología musical en donde se encuentre la música en lo social y lo social en la música. Estas han sido algunas sociólogas y sociólogos que han investigado la importancia de la música en la sociedad, hacen falta muchas otras más por nombrar. La invitación es a seguir indagando sobre la relación entre música y sociedad.   Referencias Becker, H. y Faulkner, R. (2015). El jazz en acción. La dinámica de los músicos sobre el escenario. Siglo XXI.  Elías, N. (1991 [2002]). Mozart: sociología de un genio. Ediciones Península.  Martineau, H. (1838 [2022]). Cómo observar la moral y las costumbres. Centro de Investigaciones Sociológicas. Simmel, G. (1881 [2003]). Estudios psicológicos y etnológicos sobre música. Editorial Gorla. Weber, M. (1911 [2015]). Los Fundamentos Racionales y Sociológicos de la música. En Economía y Sociedad. Tecnos. Diana Marcela Corredor Palacios es profesora de asignatura de la ENES Mérida, UNAM Fuente de la foto: Archivo personal (2019).

10 febrero, 2025 0

La ENES Mérida-UNAM reafirma su compromiso con la equidad en la ciencia a través de programas de mentoría para niñas y jóvenes de la región

Mérida, Yucatán, 10 de febrero de 2025. En el marco del Día Internacional de la Niña, la Joven y la Mujer en la Ciencia (#11F), la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad Mérida de la UNAM impulsa el fomento de vocaciones científicas con perspectiva de género a través de dos programas de mentoría dirigidos a niñas y jóvenes del sureste mexicano: Mentorías STEAM y Vocaciones Científicas en Niñas de Yucatán. Ambos programas buscan reducir las brechas de género en el acceso y la permanencia de las mujeres en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, brindando espacios de aprendizaje, motivación y acompañamiento para que las participantes se visualicen como futuras científicas y profesionales. Mentorías STEAM: acompañamiento y exploración de trayectorias científicas El programa Mentorías STEAM ofrece una experiencia gratuita y en línea, donde jóvenes que se identifican con el género femenino y cursan el bachillerato en la región sur-sureste del país reciben orientación personalizada de mujeres con trayectoria académica y profesional en distintas áreas del conocimiento. Desde su creación en 2021, poco más de 120 jóvenes provenientes de comunidades rurales y urbanas de Yucatán, Quintana Roo, Campeche y Tabasco han sido parte del programa, explorando diversas disciplinas científicas y humanísticas, fortaleciendo su confianza para elegir libremente su futuro profesional. Vocaciones científicas en niñas de Yucatán: acercando la ciencia desde la infancia Este programa está dirigido a niñas de primaria, desarrollan un proyecto de investigación científica bajo la mentoría de una investigadora. A través de este modelo, se busca romper con los estereotipos de género en la ciencia, incentivando su autoestima, curiosidad y habilidades para la investigación. Las temáticas elegidas por las niñas reflejan su visión del mundo, las problemáticas que desean comprender y atender con el conocimiento científico y dialogando con otros saberes. Abarcando temas como la alimentación en peces, la calidad del agua de lluvia, la historia e identidad maya a través de los cenotes, la fauna nativa, enfermedades recurrentes y la violencia infantil en sus comunidades, entre otros. Hasta el momento, cerca de 80 niñas de comunidades rurales y de la ciudad de Mérida han sido beneficiadas con este programa, encontrando en sus mentoras un referente que las inspira a seguir explorando el mundo de la ciencia. Compromiso con el futuro de la ciencia La ENES Mérida reconoce la importancia de impulsar iniciativas que garanticen la inclusión y equidad en la educación científica, promoviendo el acceso a oportunidades formativas desde la infancia hasta la educación superior. A través de estos programas, la ENES Mérida apuesta por la construcción de un futuro más equitativo en la ciencia, donde niñas y jóvenes tengan la confianza y las herramientas necesarias para desarrollar su potencial en cualquier disciplina que elijan.

3 febrero, 2025 0

Ecocuento: La caza de las mariposas

Por: Sebastián Medina Reyes*** Introducción El campo representa un momento maravilloso por muchas cosas. No obstante, el contacto con la fauna, ya sea incidental u requerido, destaca como una de las joyas más apreciadas por quienes tienen la fortuna de adentrarse en el “monte”. La caza de las mariposas A mí me contaron que si tocabas las alas de una mariposa, ésta no podría volver a volar nunca más… A lo mejor eso no es cierto en Campeche.  Como parte de nuestras prácticas de campo de tercer semestre, tuvimos la enorme oportunidad de visitar parte de la Reserva de la Biosfera Calakmul, descansando y recargando estómagos en la localidad de Zoh-Laguna. Hay mucho de qué hablar sobre lo que en este lugar y en la reserva ocurrió, pero la caza de mariposas destaca por su singular desafío.  A unos cuantos cientos de metros del poblado principal, yacía una hermosa aguada cuyo perímetro era caminable; uno podría tardar unos 15 minutos en darle una vuelta si el paso era calmado y regular. El sol pegaba fuertemente y las nubes estaban ocupadas desgraciando a otra gente. El tiempo era perfecto. El verdor respiraba a nuestro alrededor, los cientos de árboles alejados no se movían ante nuestra presencia y nos contenía una dona de vegetación que susurraba fuertemente con cada entrada de viento. En esta rotonda de natural fulgor y guiados por una excelente académica, fuimos instruidos en la colocación de redes para el conteo de lepidópteros. Después, se nos dio una deliciosa mezcla de fruta corrompida por el tiempo y la cerveza que a tepache olía. Dicho tepachito que a tu servidor se le antojaba era colocado dentro de las redes una vez que colgábamos estas a una altura que te pido no me preguntes. El tepache era para atraer a las mariposas, y teníamos que colocarlo en lo alto para discriminar insectos terrestres que no eran solicitados. Después de mucho esfuerzo por colocar las redes que aparentaban unas linternas cilíndricas pero sin luz en su interior, nos retiramos del sitio, esperando que nuestras amigas aladas aceptaran nuestra tramp-, digo ofrenda. Con los manjares colocados en bonitas casas de tela, nos retiramos a nuestro centro de operaciones.  Tiempo después, tras haber realizado otra actividad relacionada con el estudio de los suelos, regresamos a la laguna y todos comenzamos un recorrido por el lindero que la rodeaba, observando y manipulando las trampas que encontrábamos en el camino. El sol ya había bajado considerablemente y la noche no tardaría mucho en tomar el cielo, pero aún teníamos tiempo para caminar lentito y con parsimonia. La manipulación de los organismos debe hacerse con cuidado y de forma ética. En este sentido, nuestra profesora nos mostró cómo tomar una mariposa de sus alitas sin lastimarla (no te explicaré cómo para que no lo intentes y te pido que no lo hagas si alguien con el conocimiento y la autoridad no te ha dicho cómo). Así, una vez que ya habíamos contado el número de mariposas que dentro rondaba (sin distinguir las especies por nuestra falta de experiencia, mas contabilizando el número de estas que suponíamos que allí había), pudimos insertar nuestra mano dominante en las trampas y obtener de ellas las amigas que por el tepache habían sido atraídas.  La manipulación de los organismos debe hacerse con cuidado y de forma ética. En este sentido, nuestra profesora nos mostró cómo tomar una mariposa de sus alitas sin lastimarla (no te explicaré cómo para que no lo intentes y te pido que no lo hagas si alguien con el conocimiento y la autoridad no te ha dicho cómo). Así, una vez que ya habíamos contado el número de mariposas que dentro rondaba (sin distinguir las especies por nuestra falta de experiencia, mas contabilizando el número de estas que suponíamos que allí había), pudimos insertar nuestra mano dominante en las trampas y obtener de ellas las amigas que por el tepache habían sido atraídas.  Como te imaginarás, las mariposas son frágiles físicamente así que nuestras expresiones de alegría devenían en miradas de serios ajedrecistas, con ojos de fuego bien atentos a los dedos que sostenían criaturas tan hermosas como coloridas. Los suspiros eran naturales una vez que una mariposa volaba de nueva cuenta a su libertad y el ceño fruncido se transformaba en líneas faciales de asombro al presenciar un vuelo retomado. Obvio, no todo era tan lindo, porque no sólo las indefendibles mariposas entraban a nuestros bares de altura. Cuando veías una avispa y otra y otra dentro de la misma red, sabías que ibas a estar un buen ratito allí. Así que, en lo que procurabas alejar a la mariposa para poder tomarla sin que las avispas se creyeran demasiado y supusieran que eras un simple fanático buscaproblemas, tu cuerpo permanecía en suspenso tenso, tus ojos se cansaban de ver por dónde se movían las abejas tácticas y tu respiración era mucho más audible de lo habitual. Sin embargo, ¡bendito placer al lograr el cometido de sacar a las mariposas! Nada como salir ileso de una misión de rescate cuya causa principal fuiste tú. Bueno, no es por presumir, pero no me picó ninguna avispa.  Al final de la jornada, hicimos lo que pudimos y conseguimos una experiencia difícilmente olvidable. ¡Qué bonita es la carrera que nos ha permitido ese momento! ¡Qué canijas las avispas que harta concentración me infundieron! ¡Qué bonita es la vida! Sebastián Medina es estudiante de la licenciatura en Ecología ***

31 enero, 2025 0

Tejiendo Saberes: Experiencias en Proyectos Socioambientales de Redes Horizontales de Conocimiento

Por: Angélica Hernández Pitalúa* El pasado 27 de noviembre, el Seminario Permanente Tecnociencia, Ambiente y Sociedad cerró el semestre con una actividad innovadora y enriquecedora. En esta ocasión, se llevó a cabo una mesa de diálogo donde participaron los responsables técnicos de seis proyectos transdisciplinarios de la convocatoria “Redes Horizontales de Conocimiento” de Conacyt. Esta mesa de diálogo tuvo como eje una serie de preguntas que permitieron a los participantes compartir sus logros, retos, motivaciones y aprendizajes en los proyectos que lideraron. La conversación fue un espacio para reflexionar sobre la esencia de estas iniciativas, todas marcadas por su enfoque en saberes tradicionales, resiliencia, empoderamiento, mujeres, soberanía alimentaria e investigación-acción. Un enfoque común con raíces diversas A pesar de las diferencias en los objetivos y propósitos de cada proyecto, quedó claro que todos comparten una esencia común: un fuerte arraigo cultural que, en muchos casos, se convierte en una fuente de resiliencia frente a desafíos como los impuestos por la pandemia. Es inevitable resaltar que la transdisciplina es un factor común en todos estos proyectos y es un eje fundamental, aunque lo pongan  en práctica de forma muy particular en cada uno de ellos, convergen en la colaboración de diversos participantes desde sus propias áreas de especialidad para cumplir los objetivos, lo más común, por mencionar un ejemplo, la conjunción de lo académico y no académico para integrar diferentes perspectivas. Motivaciones en tiempos complejos En cuanto a las motivaciones, la constante es que tenían trabajos previos con las comunidades, además los equipos se sentían impulsados por la participación con la que habían contado, la identidad cultural, una deuda social y especialmente porque podían experimentar las problemáticas agravadas por la situación de COVID-19. Pero, incluso con estas motivaciones, los proyectos no eludían las debilidades o complicaciones que, por suerte, se veían contrarrestadas por las mismas fortalezas del proyecto. Logros y aprendizajes: una construcción colectiva Finalmente, todo proyecto tiene resultados, que se pueden expresar en logros y aprendizajes. Algunos de los que se mencionaron en la mesa de diálogo van desde la apropiación que tuvieron las comunidades participantes en los proyectos, la organización entre grupos para conformar redes, la vinculación de la emociones como parte importante de investigaciones con un componente social, la adaptación y la colaboración. La oportunidad de diálogo entre los responsables técnicos de estos proyectos es una fuente de enriquecimiento para ellos y aquellos que han tenido la oportunidad de escucharlos. Nos permite ampliar nuestros propios conocimientos desde la experiencia de otros y, posiblemente, sea de gran utilidad para futuros proyectos de este tipo.  Te invitamos a ver esta sesión del Seminario TAS en: **Angélica Hernández Pitalúa es Egresada de la Licenciatura en Ciencias Ambientales y becaria de investigación PAPIIT. *Ponencia realizada gracias al apoyo del proyecto PAPIIT IA301324.

28 enero, 2025 0

Retos en el comercio del coral negro (Antipathes spp.) en la región del Caribe Mexicano

Por: Ailin Ortiz López; Ana Díaz Sarmiento; Concepción Martínez, Rodríguez Karla Gómez Mendoza y Raúl Martínez El coral negro es un recurso de gran importancia ecológica cuya lenta tasa de crecimiento y reproducción lo hace especialmente vulnerable a la sobreexplotación, impulsada principalmente por su demanda en la fabricación de joyería y artesanías. En México, a pesar de contar con regulaciones, el comercio ilegal sigue siendo una práctica común en zonas turísticas. La extracción de este recurso, que a menudo se realiza a profundidades superiores a los 30 metros, no solo pone en peligro a los buzos, sino que también carece de un monitoreo reciente que permita conocer el volumen de extracción o evaluar el estado de salud y la abundancia de los bancos de coral negro. ¿Qué características ambientales y comerciales están asociadas a esta actividad y qué alternativas para su aprovechamiento sustentable tenemos en el país? ¿Por qué es importante el coral negro? Los arrecifes de coral son auténticos tesoros marinos, no solo por su belleza única, sino por su papel crucial en los ecosistemas. Estas comunidades complejas actúan como estructuras naturales que amortiguan la fuerza del oleaje y protegen las costas de tormentas y huracanes. Además, ofrecen refugio y hogar a una gran diversidad de especies marinas, lo que los convierte en pilares fundamentales para el turismo, la pesca y la protección del litoral, brindando valiosos servicios ecosistémicos (Guerra et al., 2019). Los corales son un grupo diverso de organismos marinos que incluyen cientos de especies, desde los coloridos corales pétreos que forman arrecifes, hasta los delicados corales blandos que se mecen con las corrientes. Cada uno juega un papel esencial en los ecosistemas marinos, ofreciendo refugio y alimento a innumerables especies. Entre ellos, destaca el coral negro, una especie poco conocida pero de gran importancia ecológica y cultural. A diferencia de otros corales, el coral negro no forma arrecifes, sino que crece en profundidades mayores y su estructura rígida y oscura ha sido valorada durante siglos para la creación de joyería y artesanías. Sin embargo, su lento crecimiento y las amenazas que enfrenta lo convierten en una especie especialmente vulnerable, representando un llamado a la conservación de todas las variedades de coral en el mundo. Importancia ecológica de los corales El coral negro, perteneciente a la familia Antipatharia, abarca 7 familias, 7 subfamilias, 40 géneros y 235 especies. Estas especies se caracterizan por secretar un esqueleto quitinoso, es decir, formado por quitina, un material natural que aporta rigidez y flexibilidad. Este esqueleto, de color oscuro, al ser pulido adquiere una apariencia similar a la porcelana fría, lo que lo convierte en un recurso de alto valor comercial (Padilla C., 2004). Su distribución geográfica es amplia; la mayoría de las especies habita en aguas tropicales y subtropicales, desde profundidades de 5 hasta 8,000 metros, aunque la mayoría se encuentra entre los 30 y 80 metros (Bruckner, A., et al., 2008). Sin embargo, presentan una tasa de crecimiento lenta y una maduración sexual tardía (Wills Lopez, 2008), lo que provoca que sus poblaciones tarden en recuperarse y crecer. Los corales aportan múltiples beneficios, conocidos como servicios ecosistémicos, pues ayudan a proteger las costas de la erosión durante tormentas y huracanes. Además, permiten la variedad de peces, moluscos y plantas acuáticas, lo que sostiene la biodiversidad del océano y favorece a las comunidades pesqueras, que dependen de estas especies. Por otro lado, los arrecifes visualmente atraen a turistas año con año, lo que genera economía y empleos. Los arrecifes de coral son esenciales para el equilibrio socioambiental (Calderón, L., et al., 2017; Mendoza-González, et al., 2020). (Fig.1) Importancia comercial de Coral Negro en México En el comercio internacional de esta especie, de acuerdo con la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), Estados Unidos es el mayor importador seguido por Alemania, Francia y Japón. Los países que más exportan este recurso son Hong Kong, Corea y Taiwán. Entre 1982 y 1997 CITES reportó 19,262 toneladas de coral negro para su importación a 70 países. (CORAL, 2005). El nombre común “coral negro” agrupa varias especies que poseen un importante mercado internacional en joyería y artesanías. En la región del Caribe Mexicano se encuentran registradas dos especies: Antipathes pennacea, ahora Plumapathes pennacea (OBIS, 2024), y Antipathes caribbeana, las cuales son utilizadas como materia prima para la elaboración de artesanías (Padilla C., 2004). La extracción de estas especies comenzó en los años 60, principalmente en la Isla de Cozumel. Entre 1974 y 1978, en zonas como Punta Herradura, Cayo Centro, Cayo Lobos y Ensenada de Luciérnagas, se registraron volúmenes de extracción de hasta 322 kg mensuales, y el precio de la materia prima se vendía a los artesanos por 3,500 MXN por kilogramo (De La Torre Alegría, 1979). Durante la década de los 90, el consumo de productos de coral negro tuvo un auge significativo, lo que llevó a que en 1995 las autoridades suspendieran los permisos de pesca. Sin embargo, en 1996 la actividad se reanudó en el sur del estado de Quintana Roo. Para el año 2000, en la zona sur de Quintana Roo, específicamente en Punta Herradura, donde se localizó un banco de coral, se autorizaron permisos para tres recolectores, quienes podían extraer hasta 100 kg mensuales cada uno (Padilla C., et al., 2000). Colecta, comercialización y problemáticas socioambientales La recolección de coral negro se realizaba originalmente a poca profundidad, pero la escasez del recurso obligó a los pescadores a sumergirse hasta 80 metros utilizando equipo SCUBA. Para extraer las colonias, cortaban el coral con seguetas y lo sacaban a la superficie utilizando globos de flotación (Padilla, 2004). Este proceso requería la participación de cuatro personas: el permisionario, dos buzos y un recolector. Posteriormente, el coral era tallado y pulido, ya sea por artesanos especializados o, en muchos casos, por los mismos pescadores, para fabricar piezas de joyería y decoraciones. Esta actividad es costosa y extremadamente riesgosa. Los pescadores, al no seguir procedimientos adecuados de descompresión, enfrentan accidentes graves e incluso muertes…

21 enero, 2025 0

Revista ENES MÉEK’RIDA

Por: alumnado en Ciencias Ambientales Cada fragmento de esta revista está diseñado para que lo sientas como un abrazo. Por ello, se eligió un nombre con un mensaje muy especial. La palabra Méek’ significa abrazo en maya y al entrelazarse con nuestro plantel ENES Mérida, da como resultado “ENES Méek’rida”, simbolizando una cálida bienvenida a los estudiantes de nuevo ingreso, un abrazo para aquellos que no son de Yucatán y para la comunidad estudiantil en general. Queremos que, más que un medio de comunicación, sea un espacio donde se celebre la diversidad cultural y un lugar donde puedas encontrar un sentido de pertenencia.A través de las páginas encontrarás historias y conocimiento, un puente entre lo educativo y lo humano, situaciones y aprendizajes que nos hacen únicos como comunidad y que nos unen con el propósito de crecer juntos.Bienvenidos al cálido abrazo que nos conecta. Directora editorialItzel Andrea Quintero González. Editoras de redacciónRossy Shadem Perez Reyes.Itzel Andrea Quintero González. Coordinación generalFrancisco de Jesús Guerra Martinez.David Arturo Espinoza Mendoza.Manuel Jesús Xool Koh. FotografíasItzel Andrea Quintero González.Rossy Shadem Perez Reyes.Yahir de Jesús Sánchez Navarro.Aldo Imanol Miranda Correa.Sofia Escalante Ahuja.Kennia Yamilet Miranda Correa.Yucari Del Castillo Ibarra.Naela Karina Valencia Arteaga Colaboradores Itzel Andrea Quintero González.Sofia Escalante Ahuja.Yucari Del Castillo Ibarra.Kennia Yamilet Miranda Correa.Aldo Imanol Miranda Correa.Yahir de Jesús Sánchez Navarro.Rossy Shadem Perez Reyes.Juan Jose Vivas Perez.Naela Karina Valencia Arteaga.Jesus Daniel Flores Ayala.Joana Edelmira Bolio Rogers.Edgar Esaud Camacho Cazares.Diego Arturo Medina Muro. ENES MÉEK’RIDA. La revista ha sido elaborada (escrita, editada y diseñada) por las estudiantes del primer semestre de la licenciatura en Ciencias Ambientales de la ENES, Mérida, como parte de su proyecto final en la asignatura Introducción a las Ciencias Ambientales. Ha sido coordinada por los profesores a cargo del curso: Manuel Xool, David Espinoza y Francisco Guerra.