Síndrome de burnout: un momento para reconsiderar el descanso
26 mayo, 2022Por: Ariadna Trejo Barbosa*
Corremos, corremos y sentimos que el tiempo se nos va de las manos, no alcanza el día para completar el trabajo ni las tareas, sentimos que no rendimos lo suficiente, ya sea por expectativa propia o una formulada en nuestro entorno escolar-laboral; sin importar cuál sea, nos termina afectando tarde o temprano.
Quizás te parezca ajeno el párrafo anterior, sin embargo, este es un tema del que poco o nada se habla de manera abierta en los lugares laborales o escolares, ya que el ritmo que nuestra vida marca generalmente es el de la productividad-eficiencia, dictado por un sistema económico (capitalismo), el cual ideológicamente está caracterizado por limitar-sacrificar los sentimientos, la reflexión y, sobre todo, el descanso, al igual que el llamado tiempo de ocio de las personas inmersas en esta dinámica de vida.
¿Qué es el síndrome de burnout?
Este síndrome se caracteriza por el agotamiento emocional-físico, la fatiga y la depresión. Es inicialmente causado por la carga intermitente de actividades en los lugares de trabajo y en la escuela, junto con la autoexplotación de nuestro bienestar mental y una falta de autodelimitación espacio-temporal de nuestra vida privada frente a la académica y laboral. Todo ello es propiciado por el deseo de ser exitosxs y no atrasarnos en la supuesta carrera de la vida. Sin embargo, correr o, mejor dicho, trabajar sin descanso, sin estímulos ajenos a lo laboral, sin hobbies, sin compartir tiempo en colectivo o en solitario y sin cuidar de nosotrxs, tiene una consecuencia, que si bien no es sufrida de forma inmediata, a la larga se suma a la carga físico-emocional, y ahí es cuando inician los bloqueos, el malestar y, en algunos casos, la incapacidad de continuar las actividades laborales y escolares usuales.
La pandemia y el trabajo eterno
No hace mucho vivimos un confinamiento casi eterno y tuvimos que adaptarnos a nuevas formas de trabajo-estudio, lo que conllevó, en muchos casos, a la pérdida de la noción trabajo-descanso, pues, como estábamos en nuestros hogares, no podíamos definir con certeza los momentos en que iniciaban y en los que terminaban los tiempos de trabajo, las entregas de tareas asignadas. Varias personas se adaptaron a trabajar “eternamente”, como encapsuladas por la dinámica de trabajo-entrega, sin embargo, otras más no lograron ensamblar esa nueva dinámica de trabajo y comenzaron a sufrir de este síndrome, sin caracterizarlo como tal por su nombre, pero sí por el malestar y la necesidad obligatoria de parar todo y apartarse por un momento de todo lo que sucedía en su vida.
Repensar el descanso
Descansar y cuidarnos son conceptos que debemos comenzar a desvincular de la idea de algo negativo y abrazar más términos como autocuidado y cuidado colectivo. Pensar en ti, en disfrutar de lo que te rodea, poniendo un momento de lado los trabajos laborales-escolares, no significa que automáticamente te conviertas en alguien flojx, conformista o sin metas, simplemente es importante darte tu espacio personal de manera consciente para renovarte y continuar con lo que venga.
No ignores lo que tu cuerpo, tu mente y tus sentimientos te comunican sobre el agotamiento laboral y no esperes a padecer un síndrome como el de burnout; cuida de ti y lxs tuyxs.
*Alumna de la Licenciatura en Desarrollo y Gestión Interculturales, ENES-Mérida, UNAM.
Muy buen artículo, sin duda muchos pasamos por esto y no encontrábamos en nombre adecuado para darle, quiero felicitar a la autora.
Hace tiempo perdí a mi mejor amiga, un día se fue sin decir nada, borró fotos, perfil, número. Pero sin duda espero que dónde esté sepa que siempre contará conmigo y que la extraño mucho.