¿Podría un sismo destruir una ciudad? El caso del graben de Acambay

¿Podría un sismo destruir una ciudad? El caso del graben de Acambay

3 agosto, 2022 0
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Por: Sara Cuevas Sandoval*
** Texto publicado previamente en el blog Planeteando

El 21 de noviembre de 1912 tuvo lugar uno de los sismos más catastróficos registrados dentro de la cronología sísmica de México, el Sismo de Acambay. Su magnitud fue de entre 6.9 y 7.1. El movimiento telúrico con epicentro en el graben de Acambay trajo consigo la pérdida de cientos de vidas humanas, así como de bienes materiales, sepultando a  los pueblos aledaños bajo una pila de escombros. 

Considerando que hace más de 100 años el tamaño poblacional del país era diez veces menor que en la actualidad, las pérdidas humanas y económicas, provocadas por el sismo de 1912, representan un episodio trágico en la historia sísmica de México. Aún cuando la población fuera la misma que en la actualidad, perder todas esas vidas seguiría siendo una tragedia.

¿Por qué es peligroso que tiemble en Acambay?

El municipio de Acambay, está ubicado al noreste del Estado de México, dentro del Cinturón Volcánico Transmexicano. Se asienta en la parte extrema de un graben, que es un rasgo geológico delimitado por fallas normales paralelas. Específicamente, el municipio se encuentra sobre el techo de una de estas fallas normales. El graben de Acambay tiene una longitud de 80 km de largo, por 15 a 30 km de ancho y se limita por cuatro fallas con actividad tectónica y sísmica actual. Debido a estas características las fallas del graben de Acambay tienen el potencial de generar sismos de carácter destructivo. Además, la zona se delimita por dos volcanes de tamaño considerable, el volcán Temascalcingo y el volcán Altamirano, por lo que también puede haber actividad volcánica significativa. 

Para Sunye-Puchol et al. el carácter morfoestructural y dinámico del graben de Acambay sugiere una elevada inestabilidad tectónica reciente y una notable actividad sísmica del tipo intraplaca. Los sismos que se generan dentro de una sola placa tectónica pueden alcanzar magnitudes mayores a 7.

¿Debería preocuparnos un sismo intraplaca?

El periodo de recurrencia de los sismos intraplaca oscila entre los miles a decenas de miles de años, mientras que, el de los sismos generados en los límites de las placas, ocurre cada decenas o cientos de años (a partir de datos reportados por Sunye-Puchol et al.). Sin embargo, la capacidad destructiva de los sismos intraplaca puede ser mayor, ya que son sismos superficiales que no llegan a sobrepasar los 35 kilómetros de profundidad. En este caso, como la energía llega menos atenuada, este tipo de sismos pueden generar rupturas en el terreno superficial.  

Los potenciales daños provocados por posibles sismos en Acambay podrían ser alarmantes, según Kostoglodov et al. Aún cuando estos sismos  no lleguen a alcanzar magnitudes tan altas como un típico sismo intraplaca, cerca del posible epicentro la densidad poblacional es alta, aumentando así el riesgo. 

¿Qué consecuencias habría si temblara actualmente en la zona? 

El sismo de 1912, con epicentro en Acambay ha sido el único movimiento telúrico registrado con rupturas superficiales en la zona central del país. Un terremoto de las mismas características en pleno 2021 representaría una gran amenaza, sobre todo para ciudades densamente pobladas y con estructuras de gran tamaño y complejidad, como Toluca, Querétaro y la Ciudad de México. El sismo podría producir un rompimiento en el terreno. Esto traería consigo modificaciones en el relieve terrestre que podría provocar el  derrumbamiento de cientos de inmuebles, lo  que podría costar una gran cantidad de vidas y daños económicos.


* Alumna de la Licenciatura en Ciencias de la Tierra. ENES-Mérida, UNAM. Tercera generación.
** Revisión: Iris Neri . Profesora Asociada. ENES Mérida UNAM.

Foto de portada por Nadiia Ganzhyi en Unsplash.